Ningún Gobierno de Europa prohíbe la participación simultánea en cadenas nacionales y locales
La situación en de las televisiones en Europa es variopinta, pero les une un denominador común: ningún Gobierno prohíbe de forma explícita la participación simultánea en cadenas estatales y locales o regionales. Lo que sí se intentar evitar en algunos países como Alemania o Italia es que se produzca un «monopolio de la opinión». Para ello, los Gobiernos ponen cuotas máximas anuales de espectadores. Otros Estados como Francia o Reino Unido tienen un panorama más tranquilo al ser Estados más centralistas con muy pocas cadenas regionales y locales.
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El mercado televisivo en Alemania difiere de otros por la gran cantidad de canales de distinta propiedad que concita. El de mayor audiencia en estos momentos, RTL, apenas supera el 14 por ciento del espectro de telespectadores y ninguna de las cadenas públicas supera el 13 por ciento.
Alemania: cuota de espectadores
Cualquier empresa audiovisual puede poseer el número de canales que desee siempre y cuando la media anual de telespectadores de todos sus medios televisivos no supere el 30 por ciento (hasta este año era el 25) de la audiencia total.
Esto quiere decir que la ley, el llamado Tratado Estatal de Radiotelevisión, busca impedir no una predominancia a través de la propiedad sino a través del monopolio de opinión sobre los espectadores. La competitividad es vigilada por una Comisión para la Investigación de la Competencia en los Medios (KEK).
Un portavoz de la KEK explicó ayer a ABC que el sistema de cuotas limitadas de participación en la propiedad de los medios tenía una formulación similar a la española hasta 1979, fecha en la que fue cambiada para intentar «medir la influencia real sobre los telespectadores».
Las limitaciones rezan sólo para las licencias de alcance federal. Hay 52 canales con licencias de este tipo, aunque algunos todavía no han empezado a emitir y buena parte transmiten por satélite, además de otros regionales o que unifican a varias regiones; y, por supuesto, locales.
Pese a la diversidad, la audiencia está repartida entre tres grandes bloques: un 40 por ciento está en manos de las siete emisoras públicas de alcance nacional, desde ARD a Arte pasando por el canal para niños KinderKanal, que programan en cadena con emisoras regionales (WDR, MDR, NRD, ORB etc); las cadenas en torno al grupo RTL-Bertelsmann tienen en torno a un 25 por ciento; y otro tanto ex emisoras del grupo Kirch, ahora en venta.
Italia: sin limitaciones
En Italia no existe incompatibilidad entre televisiones nacionales y locales ni la habrá en la próxima ley que estudia el Parlamento, pues la defensa del pluralismo y de la competencia se hacen de modo global: ninguna empresa podrá tener más del 20 por ciento del sector televisivo o del 30 por ciento de la prensa escrita. La ley Gasparri abolirá la incompatibilidad actual entre periódicos y televisiones. A partir del próximo año, los diarios podrán tener emisoras y las televisiones podrán poseer diarios, siempre que no sobrepasen el 20 por ciento del sector.
La única limitación más estricta afecta a las empresas de telecomunicaciones, que no podrán adquirir mas del 10 por ciento de la «tarta» televisiva. Y, naturalmente, se resolverá de una vez por todas el déficit de la RAI, manteniendo el canon televisivo.
Aparte de lo que digan las leyes, el panorama televisivo italiano siempre ha sido irregular y arbitrario. Cuando la RAI poseía el monopolio de las redes nacionales, Berlusconi construyó la suya sumando emisoras locales. Desde hace casi 20 años se habla del cierre obligatorio de Rette4 -uno de los tres canales de Mediaset-, pero ningún Gobierno lo ha ejecutado. Hace una semana, el Tribunal Constitucional sentencio que Rete4 debe suspender emisión directa y pasar exclusivamente al satélite antes del 31 de diciembre del 2003, pero el ministro Maurizio Gasparri anunció que concederá un periodo de gracia de dos años hasta el 2006, en que comienza la televisión digital terrestre y desaparecen los límites.
Las tres cadenas de Mediaset -Canale5, ItaliaUno y Rete4- superan el límite del 20 por ciento en un sistema de 10 canales nacionales formado por los tres de la RAI y los siete privados, pero la nueva ley desdoblará dos canales de la RAI y legalizara tres redes «nacionales» que emiten sin permiso: Rete Mia, Rete A y Rete Capri, elevando el numero total a 15, con lo que Mediaset se sitúa en el 20 por ciento. Menos afortunada es la situación de Europa 7. Mientras las tres cadenas abusivas emiten sin concesión, Europa 7, que sí la tiene, no puede emitir pues el Gobierno no le asigna frecuencias.
Francia: TF1 invierte en Bretaña
La legislación audiovisual francesa impide las concentraciones abusivas y deja a las empresas privadas la iniciativa de una posible asociación con otros medios locales o regionales, dentro de un marco de competencia responsable.En el terreno televisivo, el primer grupo privado, TF1, también es un accionista de referencia en una TV local en la Bretaña. El primer operador del mundo audiovisual francés puede asociarse y participar en la gestión de esa experiencia regional, mientras que los accionistas de M6 tienen intereses en otras empresas nacionales y europeas.
La generalización de la televisión por cable ha creado asociaciones de muy diversa naturaleza. Un diario como «Le Monde» colabora, al mismo tiempo, con una emisora de radio (RTL) y con una empresa de TV e información permanente (LCI, que, a su vez, pertenece al grupo de TF1).
Los mercados audiovisuales franceses están muy centralizados, y controlados por un grupo relativamente pequeño de operadores. Con la excepción de la radio y la TV de Montecarlo (una excepción, sin vocación autonómica de ningún tipo), no existen cadenas de radio o autonómicas, locales ni regionales. Por contra, los grandes grupos regionales, como el Sud-Ouest, de Burdeos, son muy libres de asociarse a escala local, regional o nacional.
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