Díaz de Mera, multado con 1.000 euros por negarse a revelar una fuente en el juicio por el 11-M
El ex director General de la Policía, Agustín Díaz de Mera, persistió, tras el receso convocado por el tribunal, en su negativa a revelar el nombre o número de identificación del policía que le

El ex director General de la Policía, Agustín Díaz de Mera, persistió, tras el receso convocado por el tribunal, en su negativa a revelar el nombre o número de identificación del policía que le informó sobre la existencia de un informe secreto que relaciona a ETA con los atentados del 11-M. Por tanto, el tribunal deducirá testimonio para que se le investigue por un delito de desobediencia grave.
Díaz de Mera tendrá que pagar, además, una multa de 1.000 euros, que fue impuesta de forma automática por el tribunal a su regreso del receso.
El ex-director general dijo ser consciente de que la situación creada en la sala era "muy complicada" y explicó que se siente profundamente identificado con el Cuerpo Nacional de Policía. "No puedo en conciencia ni de ninguna otra forma revelar esta fuente", dijo.
El presidente del tribunal, Javier Gómez Bermudez, intentó disuadirle y destacó ante el testigo las consecuencias de su negativa. Indicó que lo menos importante serán las acciones legales por el delito de desobediencia y rogó que valorara "la situación en la que coloca al proceso" y "las consecuencias para los ciudadanos".
Gómez Bermudez ofreció incluso al testigo la posibilidad de reflexionar durante el tiempo necesario y de ponerse en contacto con su familia o incluso con la persona que reveló la existencia del informe. "No sé si esa persona tiene el teléfono intervenido", dijo entonces Díaz Mera.
"Estoy persuadido de que la fuente nos está escuchando y nos están escuchando más policías. Si ellos quieren dar el paso, que sean ellos los que lo den. Prefiero que la responsabilidad recaiga sobre mi y no sobre la fuente que me facilitó el dato", dijo.
Trashorras habló sobre los etarras de la 'caravana de la muerte'
Además, en la sesión de hoy el inspector de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) de la Policía, Jesús Parrilla, ha señalado que Emilio Suárez Trashorras les contó cómo el suicida Jamal Ahmidan, "El Chino", le habló de la detención de "dos amigos suyos" en Cuenca, a quienes arrestaron con 500 kilogramos de explosivos.
Esa conversación -en la que Ahmidan se despidió de el ex minero con la frase "si no nos vemos en la tierra, nos veremos en el cielo"- se produjo unos días después de que fueran detenidos en Cañaveras (Cuenca), el 29 de febrero de 2004, los etarras de la llamada "Caravana de la muerte", Gorka Vidal e Irkus Badillo, condenados recientemente a 22 años de prisión por la Audiencia Nacional.
El inspector, que fue detenido el pasado 5 de diciembre en relación con una supuesta trama de tráfico de drogas y de explosivos y puesto en libertad tras pagar una fianza 150.000 euros después de permanecer alrededor de veinte días en prisión, ha asegurado que Trashorras, no obstante, "no mencionó la palabra ETA en ningún momento".
Últimas horas de los suicidas de Leganés
El juicio por la masacre del 11 de marzo de 2004 se centra hoy en la posible reconstrucción de los últimos momentos de los suicidas de Leganés. La sala tiene previsto escuchar, antes de que acaben las sesiones de esta semana, los testimonios de algunos familiares del grupo que se suicidó en Leganés, entre los que se encontraban la mayoría de los presuntos autores materiales de los atentados.
Estos testigos, hermanos de Jamal Ahmidán 'El Chino' y de Abdennabi Kounjaa, explicarán las llamadas de despedida que les hicieron los terroristas unos minutos antes de inmolarse
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