Truchas con acento canario y espolvoreadas con azúcar
Estos días de Navidad los productos más tradicionales, carnes, pescados y postres, se hacen un hueco en la mesa de todos los hogares del Archipiélago y se convierten en auténticos protagonistas, dejando las dietas para tiempos mejores
TEXTO: C.C.
SANTA CRUZ. Muchos son los que hacen propósito de enmienda estos días y el próximo año comenzarán a llevar una vida nueva. La mayoría de estas buenas intenciones están ligadas a la dieta. «Del día uno no pasa, el año que viene me pongo a dieta», dicen muchos en voz alta para convencerse así mismos de lo firme de sus intenciones, pero la realidad es complicada y más si nos fijamos en los menús que reinan en las mesas de los hogares de las Islas en estas fechas.
En contra de lo que muchos creen la gastronomía de Canarias es muy rica y variada. Aunque destacan los dulces, por su exquisitez y número, no hay que desmerecer las sopas, carnes, pescados y los licores más tradicionales. Así, la cocina canaria tiene un toque original y cosmopolita, pues junto a los platos de evidente origen peninsular, conviven recetas que muy bien pudieran ser consideradas latinoamericanas o africanas, y junto a ello soluciones totalmente originales y autóctonas.
El clima privilegiado de Canarias, la riqueza de frutos de la tierra y la abundante pesca, presentan una cocina suculenta y ligera al mismo tiempo.
Siempre es bueno comenzar una buena comida o cena con una sopa. En el Archipiélago está muy arraigado el caldo de gallina aderezado con hierba huerto u hortelana. Aunque en estas fechas, bien podría apetecer una sopa de picadillo, que es un caldo que se vierte sobre carne de pollo desmenuzado, trozos de pan tostado y huevo duro picado.
Difícil elección
Como segundo plato siempre cabe la posibilidad de escoger entre carne o pescado. Si nos decantamos por la primera opción, en Navidad, es tradicional el cabrito. Hay muchas formas de servirlo. En mojo, en salsa o frito en adobo, son buenas maneras de preparar esta suculenta carne. Otras alternativas son el conejo en salsa o en salmorejo, y el cerdo, alimento muy presente en la tradición gastronómica canaria.
Si se prefiere el pescado, el bacalao encebollado, o el pescado salado (cherne o sama) son buenas opciones para estas celebraciones.
Para aderezarlo, a nadie se le escapa que el Archipiélago es una tierra con buenos vinos. La historia de las Islas ha estado muy vinculada al cultivo de la vid. Los caldos canarios tienen gran prestigio, como ya reconoció Shakespeare en su época.
Asimismo, estos días además, se pueden amenizar las plácidas veladas con licor, de naranja o café; y la peculiar mistela, una bebida obtenida de la cáscara de naranja del país.
Truchas de agua dulce
Pero, sin lugar a dudas, los postres y dulces son la estrella en cualquier mesa canaria con la llegada de estas fechas. Los alfajores, los almendrados, el bizcochón, los mantentecados y las rosquillas son habituales en la dieta navideña de las Islas.
Aunque, una de las esquisiteces auténticamente navideñas, son las truchas, unas empanadillas rellenas de batata y almendras, o cabello de ángel, espolvoreadas con azúcar, que elaboradas de forma artesanal se convierten en indispensables.
Además, cada isla tiene sus peculiaridades. Por ejemplo, en la isla de La Palma, poblada de almendros, destacan el bienmesabe o el queso de almendras. Postres que se comen durante todo el año, pero que estos días toman un protagonismo especial. Lo mismo sucede en El Hierro con las quesadillas, bizcocho con sabor a queso herreño y matalahúva; en la Gomera con la torta de cuajada; o en Lanzarote con el turrón de trigo.
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