Los obispos le renuevan su confianza a Martínez Camino
El obispo auxiliar de Madrid fue reelegido secretario general de la Conferencia Episcopal con 39 de los 77 votos emitidos
Buen comunicador y lo suficientemente sensible para saber transmitir la percepción, preocupaciones y prioridades de los obispos en cada momento del devenir social y eclesial, el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, fue reelegido ayer por un nuevo quinquenio como secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE).
Con la mayoría absoluta de los votos, es decir, 39 de los 77 finalmente emitidos, consiguió hacerse en segunda votación nuevamente con la confianza de los obispos. Compartió la candidatura con el sacerdote Eduardo García Parrilla, actual vicesecretario para Asuntos Generales, quien obtuvo 32 votos, y el obispo de Huesca y Jaca, Jesús Sanz Montes -dos votos-. Un cuarto candidato, el obispo auxiliar de Oviedo, Raúl Berzosa Martínez, quien también participó en la votación, al ser presentado por el aval de 18 obispos, contó con tres votos. Además, hubo un voto en blanco.
«Confianza inmerecida»
Las primeras palabras de Martínez Camino ante los medios de comunicación, que se congregaron en la Casa de la Iglesia tras hacerse pública su elección, fueron de agradecimiento para sus «hermanos obispos». Entre bromas, aseguró: «A pesar de conocerme más han tenido la generosidad de renovarme su confianza, una confianza, por otra parte, inmerecida».
Consciente también de ser «la cara externa de la Conferencia Episcopal», el obispo asturiano, que llegó a la Casa de la Iglesia en 1993 tras ser nombrado director del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, aseguró que «asume ese coste que es real pero pequeño comparado con el de cada obispo en su diócesis o de los sacerdotes en su parroquia». «Me da igual lo que las voces críticas digan de mí si yo concibo que no responden a la realidad. Igualmente me esfuerzo por escuchar todas las voces, ya que siempre se aprende de todos», recalcó el secretario general, quien dijo no sentirse «dolido» por el trato que a veces le dispensa la prensa.
«Hay que honrar a los muertos»
Pese a que las palabras de ayer del secretario general sobre la Memoria Histórica no sonaron a nada nuevo, aprovechó su comparecencia para dejar claro una vez más la postura de la CEE sobre el tema, después de las críticas que levantó en el Gobierno, el discurso del cardenal Rouco ante el inicio el lunes de la Asamblea Plenaria.
«Sin culpas ni culpables»
El Episcopado «apoya y respeta que todos aquellos que libremente quieran busquen a sus familiares» fallecidos en la Guerra Civil, entre los cuales, recordó, también se encuentran «muchos de los mártires beatificados por la Iglesia». A diferencia de la Ley, la Iglesia con sus ceremonias de beatificación «no busca culpables de hechos felizmente alejados en el tiempo y que, desde ese punto de vista, conviene olvidar», explicó el obispo, quien deseó que se «profundice en el espíritu de reconciliación» y en «no buscar culpas ni culpables».
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