Desde la cadena radiofónica de los obispos se pide la abdicación del Rey
S.E.MADRID. La ofensiva contra la Monarquía desplegada en estos últimos años por el locutor Federico Jiménez en la Cadena Cope, de la que es propietaria la Conferencia Episcopal, cobró ayer especial
S.E.
MADRID. La ofensiva contra la Monarquía desplegada en estos últimos años por el locutor Federico Jiménez en la Cadena Cope, de la que es propietaria la Conferencia Episcopal, cobró ayer especial virulencia al pedir el radiofonista en su programa matinal la abdicación del Rey: «Lo mejor que podía hacer la Institución -profirió- es que el Rey abdicase en el Príncipe, que eso mantendría la institución con vigor renovado». Jiménez llegó a acusar a Don Juan Carlos de «inhibición clamorosa» de sus funciones cuando «el problema es que la nación, España, está en una crisis gravísima, probablemente la más grave de su historia». Además, le reprochó que «nunca le ha visto» junto a las víctimas del terrorismo: «Ni está ni se le espera», dijo, a pesar de que los hechos le desmienten, pues los Reyes han presidido muchos actos de solidaridad y apoyo a las víctimas del terrorismo.
En su último ataque a la Monarquía, el locutor de la cadena episcopal realizó una comparación entre la España actual y la de la Transición para concluir que «el gran problema que tuvieron el ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez y el Rey durante la transición es el mismo que tenemos ahora: la pugna entre lo legítimo y lo fáctico. En España se está imponiendo una política de hechos consumados». Además, dijo haber padecido «las presiones de Zarzuela en la Cope porque decía que son las nueve y cuarto y «los Albertos» no han entrado en la cárcel».
Horas más tarde, la campaña antimonárquica proseguía de la mano de otro de los más conspicuos atizadores de la fobia antimonárquica del momento, el senador Iñaki Anasagasti, del PNV, quien desde su despacho oficial en la Cámara Alta entró en directo en un programa vespertino, y de corte rosa, en Telecinco, donde se despachó a sus anchas en críticas contra buena parte de los miembros de la Familia Real. Mientras el resto de los senadores asistían y atendían al Pleno que se celebraba en el Senado, Anasagasti profería en directo toda clase de críticas: desde la legitimidad de Don Juan Carlos como Rey al nombre que los Duques de Palma eligieron para sus hijos.
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