Condena de quince años y un día a Dolores Vázquez como autora del asesinato de Rocío Wanninkhof

26/09/2001 a las 00:04h.

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El magistrado fundamenta su condena «ante la carencia de antecedentes penales y el hecho de que dos de los nueve votos del jurado fueran de inculpabilidad». Así, cree ajustado a derecho imponer una pena de quince años y un día de cárcel a Dolores Vázquez. El magistrado condena a la acusada Dolores Vázquez de un delito de asesinato y le inhabilita para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la pena y al pago de las costas. Cabe interponer recurso de apelación ante la sala de lo civil y penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en el plazo de diez días.

En los fundamentos de derecho, el magistrado señala que la condenada, Dolores Vázquez, acometió a la víctima aprovechando el factor sorpresa y la indefensión en que estaba y le infirió en el pecho, a la altura de la zona precordial, una puñalada con la intención evidente de producirle la muerte, y ocho más en la espalda, que evidencian claramente la intención de asegurar su muerte.

El asesinato de Rocío Wanninkhof ha quedado demostrado, según el magistrado, con las pruebas documental, testifical, pericial forense y declaración de la propia acusada, así como el testimonio de otros testigos. Tras el juicio oral, el Jurado encontró culpable de un delito de asesinato a Dolores Vázquez.

El Jurado considera probado que la acusada Dolores Vázquez conoció a Alicia Hornos en 1981 cuando se encontraba en trámite de separación matrimonial de su marido Guillermo Wanninkhof. En 1982 se inició una relación afectiva íntima entre ambas y se acordó convivir bajo el mismo techo en unión de Rosa Blanca, Rocío y Guillermo, los hijos de Alicia Hornos. Esa relación se mantuvo estable durante diez años, prolongándose luego, de manera más o menos continuada, hasta el año 1995, en que cesó la misma. A partir de entonces, Alicia se marchó con sus hijos de la vivienda que compartía con Dolores Vázquez a un domicilio diferente, pero próximo al de su compañera sentimental.

Según el Jurado, la condenada sentía odio hacia Rocío Wanninkhof, a la que culpaba de haber provocado la ruptura sentimental con Alicia. La noche del dos de octubre de 1999, provista de un arma blanca, salió a pasear por los alrededores de su casa entre las diez menos cuarto y las diez de la noche. Se encontró con la joven que caminaba por la carretera que sale de la barriada de la Cala de Mijas hacia el hipódromo de esta localidad, entre la urbanización El Limonar y Los Claveles, y se dirigía a su casa, situada en la urbanización La Cortijera. Entre ambas se suscitó una discusión acalorada que desembocó en un golpe de Dolores Vázquez a Rocío, produciéndole una hemorragia. La joven usó un pañuelo de papel para limpiarse la sangre, momento que aprovechó Dolores para apuñalarla en el pecho. Rocío, al sentirse herida de gravedad, emprendió la huida hacia una explanada que hay en un lugar próximo a su casa, dejando un gran reguero de sangre en el trayecto y cayendo exhausta al suelo boca abajo, donde la acusada le dio ocho puñaladas en la espalda, produciéndole la muerte.

El jurado entiende que la acusada, una vez comprobó que era cadáver, dispuso de un vehículo no identificado y retiró el cuerpo del lugar, trasladándolo hasta su domicilio donde lo mantuvo breves días. Luego salió sola o en unión de personas no determinadas, llevó el cadáver hasta el club de tenis «Altos del Rodeo», en el término municipal de Marbella, a unos 150 metros de la carretera nacional 340, donde lo depositó entre la maleza despojado de su ropa y con las piernas abiertas. Días antes de aparecer los restos de Rocío, la acusada o alguien a su orden trasladó a dicho lugar varias bolsas de plástico que contenían las camisetas que llevaba Rocío para facilitar su localización.

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