Antonio Márquez lleva el humor a la danza española en su nuevo espectáculo
J. B.MADRID. No es frecuente que la danza española se sumerja en el mundo del humor. Más bien todo lo contrario. Son frecuentes los montajes en los que el sufrimiento y la angustia son el denominador
J. B.
MADRID. No es frecuente que la danza española se sumerja en el mundo del humor. Más bien todo lo contrario. Son frecuentes los montajes en los que el sufrimiento y la angustia son el denominador común. Antonio Márquez, uno de los más activos y brillantes artistas de nuestro baile, ha traspasado esa línea con una de las coreografías que incluye en su nuevo espectáculo -con el que estará desde hoy y hasta el domingo en el Centro Cultural de la Villa-: «SMS 1: Me gusta ser mujer ("Esto no es un anuncio...")».
Se trata de una coreografía de Nuria Leiva (colaboradora habitual de Antonio Márquez, en la que en tono humorístico «y tratando con ironía los mensajes publicitarios, presenta la realidad de la mujer madre y ama de casa. Un día cualquiera en la vida de estas mujeres sirve de marco para expresar diferentes estados de ánimo, fruto de la rutina y la falta de realización personal».
Es la única novedad del programa, que se completa con «La vida breve», sobre música de Falla, y «Bolero», basada en la celebérrima pieza de Ravel.
La compañía acaba de cumplir diez años y se ha consolidado como una de las opciones más serias de la danza española. «Yo empecé soñando con ser un gran bailarín, no con ser famoso -dijo ayer Márquez-. La gente olvida que esto no es más que trabajo y que se aprende cada día. Bailar es como pintar sobre un lienzo blanco que debes terminar en cada función».
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