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El régimen iraní autoriza la entrada de las mujeres en los estadios de fútbol

AFP Una iraní fotografía un maniquí vestido con el uniforme de la selección nacional

M. AYESTARÁN

TEHERÁN. Tenía trece años y amaba tanto el fútbol que decidió disfrazarse de chico y entrar al estadio Azadi. Su selección jugaba contra Japón y las gradas estaban a reventar. Cien mil iraníes celebraron la clasificación de Irán para el Mundial de Alemania, pero ella no volvió a casa. Murió por culpa de una avalancha cuando salía del campo. Esta muerte encendió la chispa de los 25 colectivos feministas que operan en la actualidad en Teherán, que decidieron luchar contra la ley no escrita por la que las mujeres no podían entrar en los recintos deportivos. Casi dos años y algunos encuentros con las fuerzas del orden después, parece que han ganado.

El presidente Ahmadineyad ha enviado una carta al responsable de la Organización de Educación Física de Irán en la que ordena que se haga «una programación correcta y acorde con la dignidad de las mujeres para que se les reserve a éstas y a sus familias algunos de los mejores sectores de los palcos de espectadores en las competiciones de fútbol nacionales e importantes». El dirigente añade en su misiva que «la experiencia ha demostrado que la asistencia en masa de las familias y de mujeres en los lugares públicos hace que en éstos predomine un ambiente sano, moral y decente».

Un gran triunfo

«Esto es un gran triunfo, el primero desde que luchamos por la igualdad de la mujer en este país. Lo único que empaña la alegría es que pensamos que, como ocurría con Jatamí, puede que en muchos casos la ley no escrita siga imperando diga lo que diga el presidente», comenta una integrante del colectivo Hastia. Esta ONG ha sido una de las encargadas de organizar movilizaciones frente a los recintos deportivos cada vez que se producía un acontecimiento importante.

La última «batalla» por entrar al fútbol se produjo el mes pasado en los prolegómenos del partido entre Irán y Costa Rica. En medio de la bronca -las fotos de mujeres golpeadas circulan en Internet-, y mientras los hombres entraban tranquilamente al estadio, la Policía decidió poner calma y ofreció a las mujeres un autobús para conducirlas a una parte del campo alejada de la de los hombres. Accedieron. Se metieron en el vehículo y el conductor enfiló en dirección opuesta al estadio.

El anuncio oficial del presidente llega dos días después de que se decidieran reforzar las medidas sobre la vestimenta de las mujeres. Una medida impopular a base de multas y penas de cárcel que el populista Ahmadineyad ha contrarrestado con esta buena noticia para todas las aficionadas al fútbol.

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