Guantazos fotocopiados
JOSÉ MANUEL CUÉLLAR
Sí, ya sabemos que Statham es un tipo apreciado, algo carismático, querido por su divertida conexión con Guy Ritchie, incluso tiene un cierto aire a Bruce Willis y suelta mamporros con gracia, a lo Jackie Chan pero en inglés. Pero esto ya huele. El primer transporte tuvo cierto entretenimiento, el segundo menos y este mantiene el pulso, aunque a duras penas. La película se sostiene en las duras cachas de Statham y se pierde en el papel de la protagonista, una borde sin causa, una sinrazón en todo su discurso, pasando de la aridez a la dulzura sin motivo y sin pasión. El resto viene a ser lo de siempre: un repertorio de guantazos fotocopiados de la primera, la segunda y la que será la cuarta entrega, o la quinta... Es lo que tiene dar con la gallina de los huevos de oro.
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