General Navarro Ruiz
Las declaraciones hechas por los forenses turcos relativas al general don Vicente Navarro Ruiz, médico militar, no las creo en absoluto por no decir que son falsas. Conozco al general Navarro desde hace mucho tiempo y puedo afirmar que es un hombre íntegro y un gran profesional. Antes de que la sanidad militar se integrara en lo que se denomina ahora Cuerpos Comunes de las Fuerzas Armadas, la actividad profesional del general se desarrolló en el Ejército del Aire.
Permítame que le hable de su excelente currículum. El general es especialista en medicina interna, en cardiología, en aparato respiratorio y en medicina del deporte, todo por la Universidad Complutense de Madrid. Es diplomado de vuelo por el Ejército del Aire y por la fuerza aérea de los Estados Unidos. Premio extraordinario del doctorado en la Universidad Complutense por la tesis «enfermedad coronaria en las tripulaciones aéreas españolas» declarada de interés por el Ministerio de Defensa y publicada por el mismo. Premio Ejército del Aire por el trabajo «diagnóstico de la enfermedad coronaria en tripulaciones aéreas».
Éste es el perfil del general Navarro que le acredita como un hombre trabajador, constante, concienzudo y por lo tanto nada ligero. No ha regateado esfuerzo personal en formarse lo mejor posible para ejercer mejor su profesión y seguir su vocación que le impulsaba, como a la mayoría de los médicos, a curar enfermos y salvar vidas. Mi respeto y afecto a todos ellos.
Las investigaciones del general en medicina aeronáutica han permitido mejorar las condiciones en las que las tripulaciones aéreas, del Ejército del Aire, realizamos nuestro trabajo. Como médico militar goza de un gran prestigio, nacional e internacional, y tiene acreditada una intachable conducta.
En relación con la no identificación de treinta cadáveres de nuestros compañeros muertos en el accidente del Yak-42 en Trabzon (Turquía), que todos lamentamos muchísimo y nos unimos al dolor de sus familias pues forman parte de nuestra propia familia, el asunto está «sub iudice» y habrá que esperar el veredicto final del señor juez. Pero no me cabe la menor duda que el equipo formado por el general y los dos oficiales médicos que le acompañaban, trataron de realizar su trabajo de la mejor forma posible y si no lo culminaron con éxito, como ellos y todos nosotros deseábamos, no fue por negligencia, sino por las dificilísimas condiciones en las que trabajaron y la presión a la que estaban sometidos. El general de división don Vicente Navarro Ruiz, médico militar, es un gran profesional y un gran hombre y los otros dos oficiales también. No me cabe duda.
Eduardo González-Gallarza Morales, general del aire (en la reserva)
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