La oposición venezolana inicia el proceso para revocar el mandato de Hugo Chávez
Con el presidente fuera del país, Caracas será escenario de dos grandes concentraciones bajo extrema vigilancia por el temor a que deriven en enfrentamientos
CARACAS. Los preparativos tanto del oficialismo como de la oposición están listos para tomar las calles venezolanas. Los primeros, para festejar hoy la mitad del período presidencial de Hugo Chávez; los segundos, para iniciar el proceso del referéndum revocatorio de su mandato.
Aun cuando el protagonista principal de la celebración estará ausente porque se encuentra en una gira suramericana, ambos sectores van a medir sus fuerzas en la recta final de una carrera que los opositores esperan culminar con una consulta popular antes de finalizar el año para sacar constitucionalmente a Chávez y, el Gobierno, prolongar su mandato hasta el 2006.
Hoy, Chávez cumple tres años en el poder después de haber sido reelegido en julio de 2000 con más del 80% de los votos emitidos a raíz de la nueva Constitución aprobada en diciembre de 1999 en la que se amplió el período presidencial de 5 a 6 años con una reelección inmediata.
Pero, en realidad, va a cumplir cinco años en la Presidencia tras haber ganado las elecciones en diciembre de 1998 con el 56% de los sufragios y escalado la fama por encabezar la intentona golpista del 4 de febrero de 1992 siendo un teniente coronel del Ejército venezolano.
Caída de la popularidad
Hoy, los sondeos coinciden en mostrar la caída de su popularidad. En su última medición de mayo y julio, la empresa DATANALISIS señala que la intención del voto a favor de revocarle el mandato presidencial ha crecido un 68,6%, y en las personas de entre 18 y 24 años, la cifra es superior, 69,6%, mientras que sólo el 25,2% quiere que se quede en el poder.
Su pérdida de aceptación comenzó en diciembre de 2001 cuando la Confederación de Trabajadores de Venezuela y la patronal FEDECAMARAS lanzaron la primera huelga general para protestar por el paquete de 49 leyes-decretos de la Ejecutiva que cambiarían el modelo socio-económico hacia el corporativismo y mayor control del Estado sobre los medios de producción para debilitar al sector privado.
Las protestas de la oposición crecieron pidiendo al Gobierno que rectificara hasta llegar al 11 de abril del año pasado cuando la segunda huelga general culminó con una gigantesca marcha que fue desviada hacia Miraflores, donde resultaron 20 manifestantes muertos por balas y más de 100 heridos, lo que desencadenó un intento de golpe cívico-militar, destituyendo a Chávez por sólo 48 horas.
De vuelta a Miraflores, Chávez pidió perdón y prometió que rectificaría pero en cambio depuró a las Fuerzas Armadas, colocando en el alto mando a sus leales incondicionales y profundizando su revolución. La corrupción empezó a desatarse y penetrar los estamentos públicos.
Entre diciembre y enero de este año, el mandatario fue objeto de la tercera huelga, liderada por los trabajadores petroleros y la opositora Coordinadora Democrática. Dos meses de paralización y la oposición volcada en las calles no lograron sacar a Chávez, quien aseguró que si ya el pueblo no lo quería se sometería a un referéndum revocatorio pero solamente en agosto de este año.
«Este año no habrá referéndum»
Llegado el momento, el mandatario se niega al revocatorio. «Este año no habrá referéndum», dice Chávez en todos sus discursos pese a haberse comprometido con la oposición en un acuerdo electoral y de paz, firmado el 29 de mayo pasado en presencia del Grupo de Países Amigos y del secretario general de la OEA, César Gaviria.
El Gobierno festejará a lo grande la mitad de su período en la céntrica avenida Bolívar donde esperará en vigilia de 48 horas la llegada del mandatario desde Buenos Aires el miércoles 20.
Para evitar enfrentamientos con los grupos chavistas, la oposición ha preparado actos de masas, marchas y concentraciones en Caracas y en las principales ciudades del país pero en distintos sitios de los convocados por el oficialismo para iniciar el proceso del revocatorio el 20 con la entrega de 3,2 millones de firmas recogidas el pasado 2 de febrero. La oposición necesita el 20% de los 3,6 millones de votos que sacó Chávez en julio de 2000 para solicitar la convocatoria del referéndum, pero para ser revocado del poder requiere de un voto más que la cantidad obtenida cuando fue reelegido, según establece la Constitución.
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