Roa Bastos viaja a Cuba con Castro, a quien sitúa como «ejemplo de coherencia revolucionaria»

Augusto Roa Bastos mostró su admiración por Fidel Castro y la revolución cubana y el mandatario se lo llevó a la isla, donde se someterá a tratamiento médico

Roa Bastos junto a Fidel Castro, a su llegada a La Habana. REUTERS

19/08/2003 a las 05:00h.

ASUNCIÓN (Paraguay). Al novelista paraguayo le ha tocado vivir estos días una situación insólita. Ahora se encuentra en La Habana, adonde la tarde del domingo viajó en compañía del mismísmo mandatario cubano Fidel Castro, quien, por su parte, había visitado por primera vez Paraguay, con motivo de la investidura del nuevo presidente de esta nación suramericana, Nicanor Duarte Frutos.

Nadie imaginó que la visita de 45 minutos que el líder cubano realizó a Roa Bastos en el austero piso que ocupa en la capital paraguaya culminaría, pocas horas más tarde, con este sorpresivo viaje a Cuba. Dieron pie a esta invitación unas declaraciones de Roa durante un encuentro con periodistas extranjeros, en el que resaltó la «dimensión histórica» del presidente cubano y durante el que afirmó que «por Cuba lo menos que se puede ofrecer es la vida». «El deber de todo ciudadano honrado del mundo -añadió el novelista-es estar al lado de la revolución cubana». Roa Bastos aún dio mayores muestras de admiración por el pueblo cubano y por sus dirigentes, que «son lo que nos hace falta en América Latina» y afirmó que Castro «es un ejemplo de coherencia revolucionaria».

Dos mil libros de regalo

Después, el autor de «Yo, el Supremo» le expresó a Castro su deseo de visitar la isla, a la que nunca había viajado, deseo que se cumplió el domingo, escoltado por el propio Fidel Castro. En un multitudinario encuentro con exponentes de la sociedad civil paraguaya el sábado, Castro también anunció que duplicará el número de becas para que paraguayos estudien Medicina y otras carreras en Cuba.

Castro y Roa Bastos se conocieron en 1959 en Buenos Aires, donde el escritor vivía uno de sus tantos exilios. Entonces, 44 años atrás, sólo tuvieron tiempo de intercambiar algunas palabras y darse un abrazo.

Su editor, Pablo Burián, acompañó al premio Cervantes a Cuba y ambos obsequiaron al dirigente cubano con 2.000 ejemplares de distintos títulos pertenecientes a la extensa obra literaria de Roa Bastos. Cantidad que será casi triplicada a raíz de un pedido que el mandatario efectuó a la editorial paraguaya El Lector. Según informaciones procedentes de La Habana, Roa Bastos llevará adelante un apretado programa que le permitirá familizarizarse con la realidad de la isla, al tiempo que se someterá a un tratamiento médico con los mejores especialistas cubanos. Augusto Roa Bastos permanecerá en la isla durante el tiempo que requiera dicho tratamiento médico y hasta que concluyan las actividades culturales que los Consejos de Estado y de Ministros le han programado.

Tras la operación a corazón abierto en la que, hace cinco años, se le implantaron varios «bypass», el gran escritor paraguayo ha venido realizando una vida completamente normal, aunque su salud se ha visto algo deteriorada durante los últimos meses. No obstante, ha podido terminar dos libros que aún no han sido editados. Uno de ellos, de aforismos, se titula «Mil proverbios rebeldes»; el otro, una novela, lleva el título provisional «Un país detrás de la lluvia». A sus 86 años, el escritor lleva una vida concentrada en su producción literaria, con esporádicas incursiones en actividades en las que participan muchos jóvenes.

Cuarenta años de exilio

Augusto Roa Bastos se vio forzado en 1947 a exiliarse por causa de las dictaduras de los generales Higinio Morínigo (1940-48) y Alfredo Stroessner (1954-89). Residió sucesivamente en Buenos Aires y Toulouse (Francia) con permanentes visitas a Madrid. En 1983, después de una nueva expulsión de Paraguay, le fue concedida la nacionalidad española. Su retorno a Paraguay se produjo en 1989, tras el derrocamiento de Alfredo Stroessner. Ese mismo año obtuvo el premio Cervantes.