Basáyev reivindica el secuestro de Beslán y los atentados de agosto en Rusia
«La guerra que hace cinco años nos declaró Putin, que ha aniquilado a 40.000 niños chechenos y mutilado a 5.000 ha vuelto al lugar donde empezó», dice Basáyev
MOSCÚ. El jefe guerrillero checheno, Shamil Basáyev, no hizo ayer más que confirmar lo que ya se daba por seguro. Él fue quien ideó, organizó y ordenó la ejecución de la sangrienta toma de rehenes de la escuela número 1 de Beslán (Osetia del Norte). En una carta difundida por el portal de internet que los separatistas chechenos mantienen abierto gracias a un servidor localizado en Vilna, la capital de Lituania, Basáyev, el Bin Laden de Rusia, reivindica el secuestro de Beslán además del doble atentado aéreo del 24 de agosto y la explosión, junto a la estación de metro Rizhskaya de Moscú, del 31 de agosto. Todos estos atentados provocaron más de 450 muertos, entre ellos 160 niños, sin contar los 32 terroristas abatidos en la escuela y los que se inmolaron cometiendo acciones terroristas.
«Lamentamos lo sucedido en Beslán, pero la guerra que hace cinco años nos declaró Putin, que ha aniquilado a más de 40.000 niños chechenos y mutilado a unos 5.000, ha vuelto al lugar donde empezó», afirma el terrorista «número uno» de Rusia en su misiva.
Según sus palabras, «la terrible tragedia de Beslán fue debida, no a una explosión accidental, sino a que los servicios especiales rusos iniciaron un asalto, planificado desde el principio». Basáyev sostiene que la mayor parte de las muertes no fueron causadas por las bombas que instalaron los terroristas en la escuela sino a consecuencia del asalto lanzado desde fuera. «La explosión de una sola bomba nuestra hubiese detonado las 20 que fueron colocadas», sostiene el cabecilla guerrillero, quien hace un llamamiento a la ONU y a la UE para que lleven a cabo una investigación de los hechos. «Les brindaremos todo tipo de cooperación y proponemos que examinen la metralla y el carácter de las heridas», dijo.
En su comunicado, el terrorista más buscado de Rusia, firma con el nombre de Abdallah Basáyev y atribuye todas las «operaciones» perpetradas en las últimas semanas al grupo, dirigido por él, «Riad us Salijiin» (batallón de mártires islámicos). Basáyev niega haber recibido ayuda de Al Qaida y rechaza que las llamadas «Brigadas Islambuli» tengan algo que ver con los últimos atentados, algunos reivindicados por esa organización egipcia.
El comando que secuestró el colegio de Beslán, según Basáyev, estaba compuesto por 33 terroristas: doce chechenos, entre ellos dos mujeres, nueve ingushes, tres rusos, dos árabes, sin especificar de qué países, dos osetios, un tártaro (natural de Tatarstán), un cabardino (Kabardino-Balkaria) y un gurán, una de las etnias que habitan Siberia. Oficialmente, fueron 32 los miembros del comando: 31 de ellos murieron en la refriega y uno fue apresado.
«Independencia por seguridad»
Basáyev dice que los terroristas formularon sus exigencias desde el primer momento: «El cese de la guerra en Chechenia y la retirada de las tropas rusas». «Si no quiere la paz, su dimisión del cargo de presidente», se señalaba en el comunicado refiriéndose a Putin. Se afirmaba además que los rehenes tendrían agua a su disposición en cuanto el jefe del Kremlin firmara la orden de detener la guerra, y comida con el comienzo de la retirada de tropas. En el portal «Kavkazcenter» aparece también la carta que Basáyev le envió a Putin a través del ex presidente ingush, Ruslán Aushev, el día del secuestro, proponiéndole «independencia a cambio de seguridad».
A través del mismo sitio de internet, el ex presidente checheno y jefe de la guerrilla, Aslán Masjádov, se desvinculaba ayer una vez más de la matanza de Beslán culpando de la tragedia, en primer lugar, a Putin, por continuar la guerra en Chechenia. «Los que luchamos contra los invasores estamos profundamente indignados y expresamos nuestras condolencias a los familiares de los niños fallecidos», dijo.
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