Hazte premium Hazte premium

«Barbie for president»

Una edición electoral de la famosa muñeca rivaliza con Bush y con Kerry dentro de una juguetona campaña educativa para incrementar la limitada presencia de las mujeres en la política de los Estados Unidos

Modelo de Barbie presidenta durante la pasada campaña del 2000. ABC

WASHINGTON. Aunque las malas lenguas dicen que lo último que necesita la Casa Blanca es otro candidato de plástico, los fabricantes de la muñeca Barbie han decidido sumar su popular producto a una campaña educativa para incrementar la limitada presencia de mujeres en la política de Estados Unidos.

Desde la semana pasada, la compañía Mattel ha empezado a comercializar una nueva muñequita electoral nominada por el «Partido de las Niñas» y con una plataforma basada en la paz, la inspiración, la naturaleza y el conocimiento (un acrónimo que en inglés significa rosa).

Tres versiones

El juguete con aspiraciones presidenciales -fabricado en versiones anglosajona, hispana y afroamericana- cuenta con el respaldo del grupo bipartidista «White House Project» que aspira a fomentar una mayor presencia femenina en las riendas políticas del gigante norteamericano. En la actualidad, las mujeres sólo ocupan un 13 por ciento de los escaños del Senado, un 14 en la Cámara Baja y ocho de los cincuenta puestos de gobernador. Y en toda su historia, ninguna mujer ha ocupado la presidencia o vicepresidencia de EE.UU..

Dentro de esta peculiar campaña (iniciada en 1992 y ahora amplificada con la ayuda de Internet en www.barbie.com) las niñas interesadas en jugar con estas muñecas reciben una amplia gama de sugerencias para cambiar el panorama electoral dominado mayoritariamente por hombres. Empezando porque las pequeñas insistan en casa para que sus padres ejerzan el derecho al voto o fomentado que se presenten como candidatas a delegadas de curso en sus colegios.

Según Marie Wilson, fundadora del «White House Project», la Barbie que aspira a la Presidencia de EE.UU. permite a las niñas «pensar en convertir la Casa Blanca en la casa de sus sueños». A su juicio, «con las elecciones dominando la actualidad informativa, el momento no podría ser mejor para comenzar un dialogo entre las niñas y sus padres sobre el papel de liderazgo de las mujeres en nuestra sociedad». La compañía Mattel ha insistido en que éste nuevo modelo es más un servicio cívico que una nueva forma de comercializar su multimillonario producto.

Hasta el día de las elecciones

Esta edición especial cuesta 20 dólares (16 euros) y estará disponible en una conocida cadena de macro-jugueterías hasta las verdaderas elecciones presidenciales de noviembre. Vestida de rojo y con un pañuelo patriótico estampado, el juguete claramente aspira a llamar la atención de las niñas más mayores. Segmento del mercado donde Mattel cede posiciones. Para actualizar la tradicional imagen de su muñeca, la compañía ya anunció el pasado febrero que Barbie había roto con su novio de toda la vida, Ken.

Desde un punto de vista de mercadotecnia electoral, la biografía de esta muñeca presenta toda una serie de cualidades altamente envidiables a pesar de su figura bulímica. Nacida en 1959 en la América profunda de Wisconsin, ahora reside en el californiano Malibú. Dentro de sus múltiples reencarnaciones profesionales, la Barbie ha sido veterinaria, cirujana, maestra, policía, militar, astronauta, ejecutiva y embajadora de la UNICEF. Además de ser muy elegante y con demostrada capacidad para conectar con el público femenino. Credenciales con las que Bush y Kerry no pueden ni empezar a competir.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación