Gelo contra todos y contra sí mismo
POR JOSE LUIS JIMÉNEZSon las elecciones del ahora o nunca. Desde que fuera inhabilitado por prevaricación en 1996 y se vio obligado a abandonar la Alcaldía -aunque la seguía manejando desde la

POR JOSE LUIS JIMÉNEZ
Son las elecciones del ahora o nunca. Desde que fuera inhabilitado por prevaricación en 1996 y se vio obligado a abandonar la Alcaldía -aunque la seguía manejando desde la sombra-, no se conocía en Oleiros un momento de mayor debilidad política y social en la figura de su regidor, el independiente Angel García Seoane.
Este pintoresco dirigente, que ha regado el callejero de este municipio del área metropolitana coruñesa de homenajes a dirigentes revolucionarios, se encuentra en sus horas más bajas. Y todo porque su fachada de representante de las clases más humildes que pelea por evitar que su localidad caiga en mano de los «señoritos coruñeses» se desmorona cuando sale a la luz su ingente patrimonio inmobiliario y sus actividades como promotor.
El pasado año, ante la presión de los medios de comunicación, García Seoane se vio obligado a hacer pública en la web del Ayuntamiento su declaración de bienes, en las que constaban tres viviendas y trece fincas con más de 25.000 metros de suelo. La titularidad de las propiedades corresponde al propio alcalde, en ocasiones junto a su mujer, o junto a personas vinculadas a la promoción inmobiliaria en Oleiros.
Este defensor del urbanismo transparente y socialmente justo consiguió, entre otros muchos hitos, recalificar parcelas rústicas como urbanizables en los polígonos de Galeras o Iñás, donde tenía terrenos. Nada de esto resulta extraño cuando el propio García Seoane está dado de alta en Hacienda como promotor inmobiliario.
Más allá de sus peculiares extravagancias, como las que profiere regularmente en su emisora de radio municipal -en la que se ha llegado a dar cobertura a protavoces de la ilegalizada Batasuna- al más puro estilo «chavista», lo cierto es que la imagen pública de García Seoane se resquebraja.
Primero acusó de la aparición de informaciones en los medios al odio que en los servicios secretos israelíes había despertado una campaña que protagonizó de críticas al pueblo judío -«Stop a los nuevos nazis» o «Sharon asesino» fueron alguna de las lindezas que los paneles de información municipal dedicaron a este tema-. Posteriormente acusó a ABC de orquestar una campaña contra él, y un año después protagonizó la misma pantomima contra el diario local «La opinión».
Ahora su última «víctima» es la Consellería de Política Territorial, que le ha tumbado su Plan Xeral de Ordenación Municipal por entender que no ofrece un urbanismo sostenible. El departamento que dirige María José Caride, entre otros apuntes, señala al regidor oleirense que su plan recoge como urbanizables zonas sin los accesos ni servicios requeridos, y viceversa. Este varapalo no ha amilanado a «Gelo», que se ha presentado ante sus vecinos como el «garante» de que sus fincas serán recalificadas para urbanizar.
Todo valía para maquillar sus ocultos negocios y propiedades, que conforme veían la luz agrietaban el pacto de gobierno de su Alternativa dos Veciños y el edil nacionalista Antón Tenreiro, que cuando se quedó sin excusas para seguir justificando su apoyo a García Seoane -llegó a decir que no opinaba del patrimonio del alcalde por tratarse de actividades privadas-, se vio obligado a romper la coalición, si bien ha seguido respaldando eventualmente las decisiones del alcalde.
Cobián, la alternativa
La oposición en Oleiros la componen entre PSOE y PP. Los socialistas dejaron que su último candidato y portavoz, Luis Vázquez, se marchara a la Consellería de Política Territorial como director xeral de Urbanismo. Ahora presentan a la segunda de a bordo, Covadonga Díaz, una apuesta por la juventud que tiene el difícil reto de aguantar el tirón de los populares oleirenses.
Y es que el candidato del PP tampoco se queda atrás en cuanto a peculiaridades. Pablo Cobián aterrizó en Oleiros cuando peor lo pasaba su partido en 2003, y su representación cayó de los 9 a los 6 ediles que posee actualmente. Tenaz y perseverante, ha actuado casi como única voz crítica contra Seoane, al que ha llevado a los tribunales en diversas ocasiones por decisiones urbanísticas como las contribuciones especiales.
Cobián ha proclamado abiertamente su intolerancia hacia el binomio alcaldes-constructores, precisamente cuando en localidades vecinas como Arteixo prolifera ese perfil en miembros de su propia formación. Su precampaña ha consistido en regalar a los ciudadanos una gominola en forma de ladrillo y una planta, símbolo del «urbanismo sostenible» que propugnan para esta ciudad del área metropolitana coruñesa.
¿Pacto PP-PSOE?
Las opciones de cambio político en Oleiros pasan, casi obligatoriamente, por un pacto entre populares y socialistas, ya que al nacionalista Tenreiro se le supone una predisposición a repetir el acuerdo de gobierno que ya rompió una vez con García Seoane. El aumento del censo electoral en el municipio, uno de los que más renta per cápita tiene del área coruñesa -precisamente por haberse convertido en residencia de la clase media herculina incapaz de pagar los precios de la vivienda en la ciudad- será otra de las variables que pueda decidir la balanza electoral.
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