El imán de Fuengirola, condenado a quince meses de prisión por incitar a la violencia por razón de sexo
El juez condenó ayer a Mohamed Kamal Mostafa a un año y tres meses de prisión y acordó la confiscación de los ejemplares de su polémico libro «La mujer en el Islam»

El titular del Juzgado número 3 de lo Penal de Barcelona falló contra el imán de Fuengirola, Mohamed Kamal Mostafa, al que encuentra culpable de un delito de provocación a la violencia por razón de sexo: la pena es de15 meses de cárcel, una multa de 9 euros diarios durante ocho meses y la confiscación del libro junto con los utensilios que se emplearon para la edición.
La sentencia, tal como ayer mismo adelantó el abogado del imán, José Luis Bravo, será recurrida ante la Audiencia de Barcelona mientras que la abogada de la acusación popular, María José Varela, se felicitó por la decisión del magistrado ya que «sienta un precedente: es la primera sentencia en la que se aplica como delito la provocación a la discriminación». La letrada representa a la Federación de Asociaciones de mujeres separadas y divorciadas, al Consejo de la Mujer de la Comunidad de Madrid y a la Asociación de asistencia a mujeres agredidas sexualmente.
En «La mujer en el Islam» pueden leerse frases como «no se debe golpear las partes sensibles del cuerpo (la cara, el pecho, el vientre, la cabeza...)», «los golpes se han de administrar a unas partes concretas del cuerpo como los pies y las manos» o «los golpes no han de ser fuertes y duros, porque la finalidad es hacer sufrir psicológicamente y no humillar y maltratar físicamente».
El juez entiende que en el libro «no todo es transcripción de Textos Sagrados de la religión musulmana o exégesis de los sabios seguidores del Profeta de los tres primeros siglos, sino que entre las citas literales y la glosa de la tradición se entremezclan las opiniones de una persona que, por su formación, goza de fama de experto en teología islámica». Al hablar de los golpes, aprecia que «la lectora o el lector acogerán (estas ideas) como doctrina de su guía espiritual que no cita versículo coránico alguno ni identifica a los autores que constituyen su fuente».
«Machismo obsoleto»
El juez considera que «La mujer en el Islam» destila «un tono de machismo obsoleto, en algunos casos muy acentuado, discordante con el principio de igualdad». Considera que son «mensajes contrarios a la igualdad de derechos y deberes» que Mohamed Kamal vincule «la honestidad y el pudor con que el vestido no sea transparente ni estrecho y pegado al cuerpo, ni presuntuoso ni llamativo»; y que reclame como requisitos del trabajo de la mujer que éste «se amolde a su naturaleza, a las aptitudes y predisposiciones innatas de ésta». También critica que el imán haya escrito que «ha sido la equivocada competencia entre el hombre y la mujer la que ha transformado a esta madre respetada, esposa y compañera, en un rival peligroso y un adversario que va en pos de la victoria».
El magistrado Juan Pedro Yllanes subraya que el imán de Fuengirola llegó a «construir su propio discurso (...) destinado a todos los fieles de su comunidad, integrada por gente sencilla que no posee la sólida formación de su guía espiritual». Los destinatarios, puntualiza, no son los de la sociedad «del desierto de Arabia hace catorce siglos», sino los de la que «se enfrenta diariamente sobre (sic) actos de brutalidad contra las mujeres y provoca un inaceptable reguero de víctimas». La alusión a los golpes, que el imán recoge en su libro «bendiciendo como último escalón de la respuesta masculina a la rebeldía de la mujer el empleo de fuerza física», dice el juez, son constitutivos de delito ya que «atenta frontalmente contra el derecho a la integridad física y moral protegido en el artículo 15 de la Constitución».
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