Se venden reliquias de artista
El artista plástico Mateo Maté ha puesto a la venta quince huesos de su cuerpo, tal como propone en el Museo Patio Herreriano de Valladolid, donde radiografías y contratos certifican el mercadeoSi

El artista plástico Mateo Maté ha puesto a la venta quince huesos de su cuerpo, tal como propone en el Museo Patio Herreriano de Valladolid, donde radiografías y contratos certifican el mercadeo
Si por un pelo de Marilyn Monroe o un mechón de Ernesto «Che» Guevara se han pagado miles de euros en subasta, cabe pensar que más vale sacarle rendimiento en vida a tus futuras reliquias antes de que sean objeto de veneración, y negocio, para otros «vivos». Así se lo plantea irónicamente el artista madrileño Mateo Maté, que hasta el 21 de septiembre expone en el Museo Patio Herreriano de Valladolid las radiografías de su esquelo para aquel que quiera -contrato mediante y certificado notarial oficial- adelantar una cantidad de dinero y hacerse con alguno de sus elementos óseos una vez el artista deje este mundo, si bien deberá esperar cinco años y un día tras el óbito, tal como fija la ley.
Así lo plantea la exposición «Reliquias de artista», creada para la antigua capilla de los Condes de Fuensaldaña dentro del edificio herreriano que alberga el Museo Patio Herreriano de Arte Contemporáneo Español de Valladolid. En este lugar desacralizado Maté presenta varias cajas de luz con las radiografías de porciones de su estrucutra ósea, troceada en quince partes para una mayor rentabilidad del proyecto. Por el momento se desconocen los precios de estos futuros objetos de veneración, que gestionarán una galería de Viena y otra de Múnich.
«Espero hacer todo por mi parte para llegar a ser un reconocido y famoso artista», prometió ayer a los inversores Mateo Maté en la presentación de muestra. Con ella «se unen los conceptos religioso, mercantil y artístico», aseguró el creador, para quien la distorsión del mercado artístico ha llevado a valorar, en ocasiones, más los gestos y residuos personales de los pintores, escultores y demás creadores que a las propias obras. Mateo Maté se pregunta: «¿Quién no querría tener hoy en su casa la mano de Picasso o la de Miguel Ángel?»
Muy lejos de esos genios, el creador madrileño -que cuenta con obra en el Museo Reina Sofía de Madrid, el Artium de Vitoria y el Patio Herreriano y tiene previstas para este año más de media docena de exposiciones dentro y fuera de España- recordó que en el plano religioso hay reliquias de primera de los santos, que son partes de sus cuerpos, y de segunda, correspondientes a objetos que les pertenecieron o simplemente usaron: «Yo ofrezco reliquias de primera clase, que son parte de mi cuerpo, mientras que las obras que creo son simplemente de segunda clase», subrayó Mateo Maté, quien ha realizado esta instalación contextualizando el objeto de veneración irracional en un ámbito, el comercial, aún más irracional, como bien demuestran estos tiempos de crisis económica.
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