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La «otra» telerrealidad valenciana

POR ALBERTO CAPARRÓS

VALENCIA. TV3, a través de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), ha traspasado en los últimos años la delgada línea que separa la actividad propia de una televisión pública con factores de índole política o lingüística, estrechamente ligados en este caso.

Los gobiernos de CiU, en primera instancia, así como el actual, encabezado por el socialista Josep Montilla, nunca han ocultado su interés por extender las redes del catalán más allá de sus límites territoriales.

Para ello, contaron con un aliado en la figura de Eliseu Climent, líder de Acció Cultural del País Valencià (ACPV), quien plagó el territorio de la Comunidad Valenciana de repetidores a través de los que durante más de una década se ha emitido la señal de la televisión pública catalana.

ACPV es una de las entidades que goza de especial protección para la Generalitat de Cataluña y el Gobierno central, que queda año destinan millonarias en forma de subvenciones a las arcas que gestiona Climent.

En la era de la Televisión Digital Terrestre, con el apagón analógico a la vuelta de la esquina, el Gobierno valenciano ha ordenado el cierre de tres de los repetidores que emiten de forma ilegal la señal de las televisiones públicas catalanas -el resto están pendientes de resoluciones judiciales- y ha impuesto multas por valor de 700.000 euros.

Pacto PSOE-ERC en el Congreso

De esa forma, la Generalitat, avalada por el criterio del Tribunal Superior de Justicia, ha puesto freno, en parte, a la propagación de tesis, nomeclaturas y postulados ajenos a las señas de identidad y a la legislación vigente de la Comunidad Valenciana.

En este contexto, el PSOE se ha aliado esta misma semana con Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) en el Congreso de los Diputados para asegurar las emisiones de TV3 en la Comunidad Valenciana en el plazo máximo de un año e imponer, mediante esta vía, la extensión del catalán, al que se califica en una enmienda pactadas por ambos grupos parlamentarios como el «mismo sistema lingüístico».

A pesar de este pacto -que deja fuera al Partido Popular y deslegitima el acuerdo alcanzado un día antes el Senado, que no hacía referencia alguna a la unidad de la lengua- ACPV todavía no se da por vencida.

ACPV pide movilizaciones

Ayer, la organización que lidera Climent se arrogó el éxito del acuerdo pero animó a sus bases a mantener la «movilización social» para exigir «un pronunciamiento claro del Gobierno español», al tiempo que solicita «medidas concretas y efectivas que no dependan de la aprobación del Gobierno valenciano».

Mientras la maquinaria política da los pasos oportunos para satisfacer las pretensiones del grupo pancatalanista, el ente público dependiente de la Generalitat catalana sigue trabajando con insistencia. No resulta complicado encontrar en su página web mapas que dibujan la silueta de los denominados «Países Catalanes».

Entre los «servicios de interés», el sitio en internet incluye el portal lingüístico «És a dir». Allí aparece un mapa interactivo con los territorios de «habla catalana». La Comunidad Valenciana figura destacada con un color verde pastel. Para los responsables de la televisión pública de Cataluña, en Ademuz, en Albatera o en Requena se habla catalán.

Por encima de discusiones de ámbito filológico, estos contenidos pasan por encima del articulado del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana, que establece con claridad meridiana cuáles son las dos lenguas oficiales de la región. Y ninguna de ellas es el catalán.

Otro de los caballos de batalla de los últimos años ha sido, precisamente, el uso indebido de la denominación oficial de la Comunidad Valenciana por parte de los medios públicos catalanes. Así, TV3 y el resto de canales de comunicación dependientes de la Generalitat de Cataluña insisten en emplear el término «País Valencià» en sus informaciones.

El caso más evidente se produce en los partes meteorológicos. La misma página web ofrece un enlace bajo el epígrafe «Meteosat Cataluña», en el que se muestra una imagen por satélite que incluye a la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares. El «link» de España camina por otro territorio.

La controversia relativa los «mapas del tiempo» ha sido otro de los argumentos esgrimidos históricamente desde el Consell para mostrarse reticente a la reciprocidad de la señal entre Canal 9 y TV3.

La postura de Alarte

Y en medio de esta polémica vuelve a surgir el debate sobre el papel del PSPV. La ya histórica dicotomía en la que se maneja al respecto de la unidad de la lengua (entre valenciano y catalán) que se patrocina desde los grupos políticos nacionalistas en Cataluña ha acabado por generarle un problema al partido que ahora dirige Jorge Alarte.

El apoyo del PSOE a la iniciativa de CiU de «pancatalanismo» audiovisual en el Congreso ha puesto en entredicho la supuesta defensa del valenciano de Alarte. En este sentido, el portavoz del Gobierno valenciano, Vicente Rambla, exigió al líder socialista que manifieste con claridad cuál va a ser su posición sobre un asunto que «era algo claramente superado, ya incluso estatutariamente en la Comunidad».

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