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El PNV vuelve a deslegitimar un gobierno de López después de que ETA lo marque como objetivo

El PNV vuelve a deslegitimar un gobierno de López después de que ETA lo marque como objetivo

Tan sólo un día después de que ETA colocase en su siniestra diana al Gobierno que liderará Patxi López, el PNV aprovechó su último «Aberri Eguna» (día de la patria vasca) en el poder para continuar deslegitimando los resultados electorales del pasado 1 de marzo y, por ende, al futuro Ejecutivo. Una peligrosa estrategia que parece denotar la amargura de la derrota no asumida y que coincide en buena parte con los argumentos esgrimidos por la banda asesina.

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, fue muy claro y no tuvo empacho en asegurar que el nuevo gobierno vasco que se conformará próximamente liderado por el PSE-EE y sostenido con los apoyos del PP «nacerá de la trampa y del engaño», en referencia a la ilegalización de las marcas electorales proetarras. Cabe recordar que en su comunicado amenazante, tampoco ETA reconocía «ninguna legitimidad democrática al nuevo gobierno de Gasteiz».

Para el líder de los jeltzales, el nuevo gabinete nace asimismo «del frentismo contradictorio y débil, en base a un acuerdo oscuro para Euskadi pactado entre Rajoy y Zapatero, y sustentado en presuntas poderosas razones de Estado».

Lenguaje agresivo

En su discurso, Urkullu advirtió de que el PSE-EE gobernará «contra la mayoría social» de Euskadi y criticó que el PSOE «haya ilegalizado en su propio beneficio o en perjuicio del PNV». En este sentido, arremetió contra socialistas y populares por «crear un frente a escondidas».

Arropado en los verdes y rojos de las ikurriñas que ondeaban, Urkullu optó por un discurso plagado de referencias a la presunta patria vasca y de comentarios que repelen todo lo que huele a español y sus símbolos. Agresividad antiespañola en estado puro. Así, rechazó «el pacto español»; aseguró que «Euskadi es la patria de los vascos»; apuntó que «la bandera española ondeará en Ajuria Enea», y destacó que el PNV «no se siente representado por esos colores». «La nuestra, la que nos da impulso vital es la ikurriña», añadió como colofón.

El lendakari saliente, Juan José Ibarretxe, también se refirió a la cuestión de la mayoría, y con sus palabras llegó a superar las tesis de Urkullu, al sostener que el PNV es «la mayoría natural» de Euskadi, ante los aplausos de sus fieles, enfervorizados en mostrarle su apoyo, quizás como paso previo a la despedida. Una muestra cristalina de esa forma de patrimonializar lo vasco que ha exhibido el PNV tras 30 años en el poder.

Asimismo, Ibarretxe afirmó que el pacto entre el PSE y el PP para propiciar un cambio en Ajuria Enea «será de largo recorrido».

Aviso a navegantes

Para no perder el hilo de su discurso habitual tras saberse que no seguirá como lendakari, Ibarretxe volvió a su argumento de que su partido «liderará» Euskadi en los próximos años y trabajará «con serenidad e inteligencia para sacar adelante este país desde las diputaciones, ayuntamientos y desde el Parlamento vasco». «Somos el líder natural porque así lo quiere la gente en este país y no vamos a defraudarles», subrayó. Todo un aviso a navegantes para la nueva fuerza gobernante y su apoyo parlamentario.

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