El arte de decir la verdad mintiendo
Mientras esperábamos a que se levantara el inexistente telón, escuchábamos comentar con inquietud las pésimas noticias de la realidad económica. Pero en cuanto los personajes imaginados por Eduardo de Filippo -carne de teatro desde que gateaba por las tablas donde su familia se ganaba el pan con el arte de emocionar, haciendo como si fuera verdad lo que fingían, diciendo verdades sutiles y verdades como puños con el aquilatado talento de mentir, que es la grandiosa tarea de los cómicos- reímos, olvidamos y recordamos. «El arte de la comedia», representado por los geniales afiebrados que han ido renovando con su trabajo el aire de La Abadía, es un hermosísimo, conmovedor e inteligente homenaje al oficio que mejor lidia con el tiempo. Muere y renace cada noche.
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