Muere Fernando García Morcillo, compositor de «Mi vaca lechera»

El compositor madrileño escribió música para la revista, la comedia musical, el teatro y el cine, donde dejó un legado de ochenta bandas sonoras

García Morcillo, dirigiendo la representación de una de sus revistas musicales. ABC

11/12/2002 a las 08:13h.

MADRID. El compositor Fernando García Morcillo falleció ayer a primera hora de esta mañana en Madrid, a los 86 años de edad, según informó meidante un comunicado la Sociedad General de Autores (SGAE), de la que era uno de los cinco consejeros de honor, y donde ingresó el 3 de marzo de 1936. Los restos mortales del compositor serán enterrados hoy en Madrid.

Fernando García Morcillo (Valdemoro. Madrid, 1916) compuso principalmente piezas musicales, con un total de 85 títulos, aunque también escribió partituras para el teatro (107 obras) y fondos (76 piezas). Como creador de canciones alcanzó un gran éxito con títulos tan imperecederos como «María Dolores», «Santa Cruz», «La Tuna compostelana» o «Mi vaca lechera», quizá su obra más conocida.

Compositor, director, arreglista e intérprete, Fernando García Morcillo tomó sus primeras enseñanzas musicales en el seno familiar y continuó sus estudios de solfeo, piano, trombón, violín, armonía, composición y dirección de orquesta en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, completando su formación musical de forma autodidacta en lo que se refiere al jazz, el boogie, el bolero y la canción española.

Desde muy joven entró a formar parte de varias orquestas y durante los años 40 dirigió programas de música en directo en RNE y Radio Madrid. Durante nueve años fue director de la casa de discos RCA.

Revista y comedia musical

A partir de 1942, se dedicó de lleno a la revista y la comedia musical, llegando a componer la música original de más de sesenta obras teatrales, entre las que destacan títulos tan conocidos como «Dos millones para dos» (1943), su primer gran éxito. Le siguen «Zafarrancho» (1948), «El último güito» (1950), «Las alegres cazadoras» (1950), «¡Aquí Leganés!» (1951) y «Metidos en Harina» de Manuel Baz, uno de sus colaboradores más habituales durante los años 50 y 60. También colaboró durante esa época con Zori, Santos y Codeso.

A principios de los años 50 comenzó a componer para el cine, realizando la música de más de ochenta películas, entre las que destacan «María Dolores» (1952) y «Los Tarantos» (1963) y las bandas sonoras de la mayor parte de las películas del director Jesús Franco, caracterizadas por la incorporación del lenguaje musical del jazz.