Jesús Cifuentes: «Me voy de «Celtas Cortos» lleno de buenas sensaciones»
Cifuentes tiene previsto crear otro grupo con «músicos que estén implicados en el proyecto, por gente enamorada de la idea y dispuesta a sudar la camiseta»

MADRID. La sala Macumba (Madrid), hoy, y el colegio Landako (Durango), mañana sábado, serán los últimos recintos en los que el músico Jesús Cifuentes actúe junto a Celtas Cortos, la banda que ha liderado durante los últimos quince años. El guitarrista, vocalista y autor de la mayoría de los temas de la formación vallisoletana iniciará, a partir de ahora, una nueva etapa solo, mientras que sus compañeros de siempre darán entrada a un nuevo cantante, Antoine.
Cifuentes, que anunció hace varios meses su decisión de poner fin de forma amistosa a esta aventura para explorar nuevos territorios sonoros, se marcha con la satisfacción del deber cumplido, del trabajo hecho con honradez y el compromiso. «Me voy lleno de buenas sensaciones. Miro para atrás y veo canciones, escenarios y públicos con los que nos hemos mezclado e implicado en un proceso histórico». Cuando dirige su mirada hacia adelante, ve libertad y anarquía, «porque las opciones en música son libres e infinitas. Es pura matemática y cada uno maneja su combinatoria y su poesía a su gusto».
Asegura que aún no ha decidido el nombre de su futuro grupo. «A lo mejor le pongo Cifu, que es como me han llamado desde que era joven, y detrás, «all stars»», bromea. Lo importante, dice, es crear una banda con mentalidad de tal, integrada por «músicos que estén implicados en el proyecto, por gente enamorada de la idea y dispuesta a sudar la camiseta» y no por mercenarios.
La corriente musical a la que se apunte estará sustentada en el bagaje «que he estado pastando todos estos años». Comenta que no sabría dar un certero pronóstico de su futuro inmediato porque «las ideas y las melodías fluyen mágicamente». Sí está seguro de que «el incremento de la tecnología y de los ruidos ascenderá un 32 por ciento» con respecto a lo que ha venido practicando hasta ahora con Celtas Cortos o cuando publicó como solista «El caimán verde».
Celtas Cortos lleva varios meses presentando en vivo un doble recopilatorio, «Grandes éxitos. Pequeños regalos», que apareció a fines de 2002 con 34 cortes seleccionados de los siete álbumes de su discografía, de la que han facturado más de un millón y medio de ejemplares, que se acompañaba de un DVD con vídeos e imágenes en directo. Para los conciertos de hoy y de mañana no se espera ninguna sorpresa sobre las tablas. «Quienes crean que aparecerá en el escenario David Bisbal va desencaminado». Lo especial de las dos veladas vendrá «por el brillo de mis ojos, por el sudor y por la posibilidad de decir hasta luego a la gente, aparte de los guitarrazos y gritos de siempre». Por supuesto, también sonarán «Cuéntame un cuento», «La senda del tiempo», «No nos podrán parar», «El emigrante» o «Tranquilo, majete», algunas de las canciones con las que se ha construido la historia de este conjunto de rock que ahora tiene por delante el reto de sustituir a quien parecía insustituible.
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