Muere, a los 94 años, el historiador Antonio Rumeu de Armas, experto americanista

El viernes falleció, a la edad de 94 años, en la Clínica La Luz de Madrid tras una complicación postoperatoria, el historiador Antonio Rumeu de Armas, que fue enterrado ayer en el cementerio de El Pardo. Catedrático, director de la Real Academia de la Historia en dos ocasiones y colaborador de ABC, Rumeu de Armas nació en Santa Cruz de Tenerife el 18 de enero de 1912. Se doctoró en Filosofía y Letras y en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Fue catedrático de Historia de España en Granada, en 1941; en Barcelona, en 1943, y, desde 1949, en la Universidad Complutense de Madrid. También fue profesor de la Escuela de Guerra Naval y de la Escuela Diplomática. En 1931 obtuvo los premios Maura y Universidad y en 1942 se le concedió el premio Marva. En 1965 obtuvo el Antonio de Nebrija, que le concedió el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). En 1967 fue elegido vicepresidente del Patronato Doce de Octubre, organismo cultural que tiene como objeto exclusivo la exaltación del descubrimiento de América. En 1968 fue elegido miembro de la Real Academia de la Historia. Ha sido director del Instituto Jerónimo Zurita de Historia, consejero de número de los Patronatos Menéndez Pelayo y José María Cuadrado, pertenecientes al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, así como director de la Escuela de Historia Moderna, también dentro del CSIC.

Desde 1986 y hasta finales de 1989 fue director, en una primera etapa, de la Real Academia de la Historia, donde le sustituyó el arabista Emilio García Gómez. También desde 1986 fue miembro del Patronato del Monasterio de Yuste, creado el 24 de febrero de 1989 para velar por la conservación de dicho edificio. Perteneció a las Academias de México, Argentina, Perú, Colombia y Chile, y a la Hispanic Society of America. Realizó en 1989 la transcripción y estudio de unas cartas inéditas de Cristóbal Colón, encontradas en Tarragona y depositadas en el Archivo General de Indias, en Sevilla. Fue presidente de la comisión ejecutiva del Congreso de Historia del Descubrimiento, celebrado en diciembre de 1991 en las ciudades de Madrid y Sevilla. En este Congreso, al que asistieron un centenar de americanistas y que se calificó como el más importante sobre el tema en cien años, se analizó y revisó el papel de España en el Nuevo Mundo. Considerado como uno de los especialistas más importantes sobre el Tratado de Tordesillas, tras la muerte de García Gómez, el 24 de octubre de 1995 fue elegido para dirigir de nuevo la Real Academia de la Historia.

En el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, dirigió las revistas «Hispania», «Cuadernos de Historia» y «Anuario de Estudios Atlánticos». A lo largo de su trayectoria, la producción científica de Rumeu de Armas se orientó hacia el estudio de la historia de América, el Atlántico y la historia social. Tiene un gran número de obras publicadas, entre las que destacan: «Historia de la censura gubernativa en España» (1940), «Historia de la previsión social en España» (1942), «Los seguros sociales en nuestro pasado histórico» (1942), «Colón en Barcelona» (1944), «Piraterías y ataques navales contra las Islas Canarias» (1945), «Código del trabajo del indígena americano» (1953), «El testamento político del conde de Floridablanca» (1962) o «Un escrito desconocido de Cristóbal Colón: el memorial de la Mejorada» (1972). Entre las condecoraciones recibidas destacan las de Alfonso X el Sabio e Isabel la Católica.