Descubren la proteína que induce a la patata a producir tubérculos
Investigadores del Instituto de Biología Molecular del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han descubierto la proteína que indica a la planta de la patata el momento adecuado para formar tubérculos. Curiosamente, esta proteína, que sus descubridores han bautizado como armadillo, se encuentra en una estructura muy similar en la mosca Drosophila, sólo que en este caso regula la segmentación de su abdomen.
Salomé Prat, responsable de la investigación, informó ayer del alcance del descubrimiento, que hoy se publica en Cell. Para explicar su alcance, la investigadora se remontó a los orígenes de la patata. Según Prat, las primeras plantas de patata eran originarias de la zona de los Andes, cerca del Ecuador, donde los ciclos lumínicos son diferentes que en Europa. «Allí la noche es más larga y el día más corto y la planta de la patata había adaptado su respuesta de crecimiento a estos ciclos. Cuando se empezó a cultivar aquí, donde el día es más largo, las plantas tenían dificultad para producir tubérculos», explicó Salomé Prat, quien recordó que las variedades europeas de patata actuales son el resultado de una selección de la original o silvestre.
PLANTA MÁS RESISTENTE
Pese a producir tubérculos, esta patata adaptada es, según la bióloga, más vulnerable a los virus, insectos y las agresiones del entorno. Ahora, su equipo ha descubierto la clave para que estas variantes de la patata sean igual de resistentes que la planta original. Hasta ahora se sabía que en las hojas de la planta existe una proteína denominada fitocromo, que al recibir una señal fotoperiódica (determinada por las horas de sol) desencadena unos mecanismos que originan la formación de tubérculos.
El trabajo ha demostrado que el fitocromo pone en funcionamiento una serie de proteínas que activan la proteína armadillo, que desencadena la formación de tubérculos. Según el estudio, la citada proteína determina el comportamiento de las hormonas giberelinas, que inhiben el desarrollo de la planta. Controlando la proteína puede regularse la proliferación de las hormonas. «A menos giberelinas, más tubérculos», concluyó Prat, quien afirmó que gracias al hallazgo habrá patatas resistentes a los pesticidas. Prat anunció que Generalitat y CSIC crearán un centro de investigación en genética vegetal.
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