El Parlamento Europeo advierte que no aceptará el «minitratado» francés Alemania anuncia «propuestas originales» para la Constitución europea
ENRIQUE SERBETO CORRESPONSALBRUSELAS. La presidencia alemana está preparando «propuestas originales» para solucionar el rompecabezas del tratado constitucional, pero el Parlamento europeo le dijo ayer
ENRIQUE SERBETO CORRESPONSAL
BRUSELAS. La presidencia alemana está preparando «propuestas originales» para solucionar el rompecabezas del tratado constitucional, pero el Parlamento europeo le dijo ayer en una solemne resolución que no aceptará una fórmula que pierda de vista la sustancia de la redacción actual. Algunos eurodiputados, como el popular Iñigo Méndez de Vigo, han advertido que existe una percepción mayoritaria de que no se aceptará una redacción «que no cumpla con nuestras expectativas».
La redacción de la resolución aprobada ayer en la Eurocámara por 469 votos a favor dice claramente que los eurodiputados compararán la propuesta final con la actual redacción y rechazarán una solución de mínimos. No es exactamente una advertencia contra la idea del nuevo presidente francés Nicolas Sarkozy, pero se acerca mucho. La resolución ha sido redactada por el popular alemán Helmann Brock y el socialista español Enrique Barón, que seguramente tendrá que acabar acompasando sus posiciones con las del Gobierno español, que ha proclamado un repentino entusiasmo por la propuesta del nuevo presidente francés.
El ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, intervino en la Eurocámara para tranquilizar a los diputados diciendo que las negociaciones están reduciendo los factores de desacuerdo, pero les pidió que no sigan «elevando el nivel de expectativas» del resultado de la cumbre en la que Angela Merkel se propone poner en marcha una «hoja de ruta» para salvar la crisis institucional.
Un grupo de diputados y dirigentes políticos, incluidos algunos comisarios, conocidos como el «grupo Amato» (por el nombre del ex primer ministro italiano) han lanzando una propuesta que consiste en buscar ese acuerdo a base de añadir elementos novedosos al texto actual, frente a lo que se intuye en la propuesta de Sarkozy que por lo que se sabe se limita a conservar ciertos aspectos funcionales de la primera parte. El Parlamento como institución se pronuncia por preservar «los aspectos esenciales».
Entre unos y otros, es más que seguro que los aspectos estéticos del tratado, los símbolos, la denominación del ministro de Asuntos Exteriores, etc, desaparecerán en aras del acuerdo. Para contentar a Holanda se prevén mecanismos para la participación de los parlamentos nacionales. Polonia es en estos momentos el escollo principal, cuyos argumentos se consideran opacos.
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