«Coach Carter»
Antes de que los Clippers se conviertan en el primer equipo de Los Ángeles y aprovechando la vuelta de los clásicos (Chicago, Boston y hasta la universidad de North Carolina) y la moda retro impuesta por el midas Stern, no es mal momento para urdir en la pizarra un contraataque clásico, Cousy pasa a Russell, con un ojo puesto en la jugona «Hoosiers» que, de momento, sigue siendo la mejor cinta baloncestística con permiso de «Space Jam» y, en la prórroga, «He got game». Con el brazalete de «basado en hechos y proezas reales» -dilapilado con la mención a LeBron James al principio del filme-, el solvente sexto hombre Thomas Carter (nada que ver con el del título ni con «Air New Jersey») marca absolutamente todos los pasos en la pequeña y larguísima epopeya de un entrenador del instituto Richmond que, además de lograr que sus díscolos chicos parecieran los Lakers del 72, montó la marimorena al hacerles firmar un contrato de rendimiento académico para evitar que de mayores se convirtiesen en unos Artest cualquieras. Brillantemente interpretado por la calva de Samuel L. Jackson y con poco hueco para el «showtime globetrotter» (salvo las jugadas «femeninas»), el filme se sigue sin despeinarse y con el beneplácito que solemos dar a las historias de superación deportivo-personal. Lástima que las videoconsoleras escenas en la cancha sean tan de ciencia-ficción como los cuadriláteros filmados (hasta el de Eastwood), y que la ausencia del bonito lance del rebote ya nos telegrafíe el amargo final. En fin, que con suerte logra la octava plaza (del Este) para los playoffs, aunque caiga en primera ronda.
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