Sitges rinde homenaje a George Romero, gran maestro del terror

Los filmes se van sucediendo a un ritmo vertiginoso en el Festival de Sitges, pero la presencia del maestro George A. Romero consigue que ese frenesí de carreras para llegar a entrevistas y proyecciones que se sirven solapadas en ocasiones se torne pacífico para centrarnos en quien fue la estrella del día, no sólo por concederle el Gran Premio Honorífico, también por su poder de convocatoria. En el pase de su nuevo filme, cuarto episodio de «La noche de los muertos vivientes» -que recicló el cine de terror con la resurrección como hábitat para denunciar la xenofobia en el imaginario del espectador de los últimos años sesenta-, el 70 por ciento de la sala estaba ocupada por gente joven, que aplaudió hasta en los rodillos de crédito.

«Diary of the dead» puede ser la continuación de «Rec», la película de Balagueró y Paco Plaza. En la cinta de Romero la crisis zombie ya es un hecho mundial, mientras que «Rec» la sitúa en una fase embrionaria. Al director norteamericano le sorprendió la coincidencia, según declaró a este diario, y reconoció que carga sobre sus espaldas «las consecuencias de ser el responsable de haber abierto nuevos cauces en este tipo de cine», que no son otras que el eclipsar el resto de su filmografía. Pese a todo, se siente satisfecho «porque siempre he sido libre y he podido hacer el cine que he deseado». Antes de despedirse quiso aclarar que «en esta película no me meto con el gobierno de Bush, ahora cargo contra la manipulación y contra el oficialismo mediático».