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Cara y cruz del litoral murciano

M. BUITRAGOMURCIA. La cara y la cruz. El informe sobre sostenibilidad de la costa encargado por el Ministerio de Medio Ambiente considera que las urbanizaciones proyectadas junto al litoral, como

M. BUITRAGO

MURCIA. La cara y la cruz. El informe sobre sostenibilidad de la costa encargado por el Ministerio de Medio Ambiente considera que las urbanizaciones proyectadas junto al litoral, como Marina de Cope , que será una de las mayores del Mediterráneo, es una oportunidad para el despegue económico de la zona siempre que se haga con criterios de sostenibilidad y que no sobrepase la capacidad de regeneración natural.

A renglón seguido, no obstante, precisa que tendrán unos impactos elevados sobre el entorno. Lo mismo opina de algunos puertos ya construidos o en proyecto, como los de San Pedro del Pinatar, Puertomayor, El Gorguel o Águilas. En ninguno propone demoliciones, aunque sí los considera una amenaza porque desestabilizan la dinámica del litoral.

Este informe es un diagnóstico realizado en los dos últimos años por un grupo de especialistas y liderado por Iberinsa, y sus conclusiones no se corresponden necesariamente con la postura oficial del Ministerio, ya que cualquier medida que se tome debe ser ante consensuada por el Gobierno regional y los ayuntamientos.

Diagnóstico

El Ministerio ha facilitado a La Verdad el diagnóstico realizado en todo el litoral murciano, donde se aprecian luces y sombras. Por un lado existen zonas en buen estado de conservación y protegidas por la Red Natura, y por otro se aprecia una elevada presión urbanística y un elevado consumo de suelo, sobre todo en el Mar Menor, La Manga y Cabo de Palos, donde existe un efecto barrera; con el añadido de la mala calidad de las aguas debido a la actividad agrícola y la deficiente depuración.

Alerta de que no es posible edificar más en La Manga, en referencia al proyecto de Veneziola, ya que afectaría al parque regional de las Salinas de San Pedro. Considera necesario ordenar el fondeo de barcos, controlar la pesca ilegal de arrastre o la vulnerabilidad de algunas zonas, comoCalnegre, al contrabando y llegada ilegal de inmigrantes.

En cuanto a los efectos del cambio climático, existe una elevada vulnerabilidad desde Cabo de Palos hasta las Salinas de San Pedro; así como en La Azohía y Águilas. El director general de Costas, José Fernández, cree que Murcia no tiene un grado de ocupación del litoral tan fuerte como en otras regiones, aunque sí le preocupa que se desclasifique suelo protegido. Sobre la ocupación de viviendas en dominio público, apunta que la cirugía de derribos será puntual y respetando todos los derechos.

Mar Menor

Tal y como revela el estudio, las principales fortalezas en el área del Mar Menor residen en su oferta deportiva y en sus ejes de comunicación. El informe apunta a que hay que concluir el proceso de deslinde en Los Nietos, Los Alcázares y San Javier. El arco sur ofrece perspectivas de urbanismo residencial, compatibilizando la baja densidad de edificación con la agricultura. Las debilidades vienen dadas por el problema general con las aguas residuales, fosas sépticas y estaciones de bombeo que afectan a la calidad del agua del Mar Menor. También existe un gran impacto del turismo en verano y una agricultura intensiva que daña el Mar Menor.

En el área de La Manga, donde se analizaron 102.598 metros de costa, se apunta que la oferta deportiva es suficiente para satisfacer la fuerte demanda turística, aunque su actividad es estacional. Tiene hitos pisajísticos relevantes, como el cordón litoral y las Salinas. No obstante, el informe descarta cualquier oportunidad en este área y señala como principales debilidades el hecho de que que falten deslindes en San Javier y San Pedro, la gran presión urbanística y la alteración la geomorfológica del cordón litoral, debido a barreras artificiales como Puerto Mayor y el Puerto de San Pedro.

Señala además que el trazado viario es insuficiente y sin espacio por la densidad urbanística, sobre todo en El Pedrucho y Matagorda y afirma que al aumentar las plazas de alojamiento y las segundas residencias en esta zona ha ido en detrimento del turismo de calidad por la falta de adaptación a los nuevos hábitos sociales.

La gran vulnerabilidad frente al cambio climático y las subidas del nivel del mar son las principales amenazas, así como el consumo de suelo para la construcción de viviendas, que puede llevar a la formación de una zona urbanizada continua, generando una pantalla de edificios entre ambos mares. Las dunas del espacio protegido de las Salinas están gravemente amenazadas. El desarrollo turístico previsto en Veneziola, fronterizo con las Salinas, puede agravar el deterioro de éstas al aumentar la accesibilidad. La zona no puede admitir más edificaciones.

Cabo Cope

El diagnóstico de la zona de Cabo Cope apunta a que tiene aprobados los deslindes en toda la zona analizada, cuenta con difíciles accesos e inexistencia de aparcamientos adecuados, lo cual puede provocar ocupaciones de las playas, como la del Sombrerico. Su vulnerabilidad ante el cambio climático es baja.

La zona está poco afectada por la acción del hombre, tanto en la franja costera como en las ramblas, lo que implica un buen estado de conservación del entorno natural y el desarrollo de usos compatibles con el medio. Dispone de playas con baja intensidad de uso. Es poco vulnerable al cambio climático por la gran superficie de costa que tiene sin actuaciones, lo cual ofrece una mayor flexibilidad y capacidad de respuesta ante las subidas del nivel del mar. Debido al predominio de los acantilados, los procesos erosivos tienen otra escala temporal.

Las amenazas vienen dadas por el proyecto urbanístico de interés regional de Marina de Cope, que se considera una actuación clave en la evolución de esta franja del litoral y se considera que afectará negativamente al medio físico.

Cartagena

En cuanto al la zona de Cartagena, el informa señala que las baterías de Aguilones y Conejos, y diversos terrenos en Escombreras y Cabo del Agua, han sido compradas a Defensa. Hay una reserva de suelo urbanizable que no invade el litoral.La principal oportunidad pasa por concluir el proceso de deslinde para poder actuar en dominio público. La recuperación de la bahía de Portmán puede compatibilizar criterios medioambientales y socioeconómicos.

Las debilidades se centran en que falta aprobar deslindes en La Algameca, Punta Solana, Cabo del Agua y Punta Negra y que la bahía de Portmán está degradada por los vertidos de mineral que han colmatado la zona. Los puertos de Cartagena y Escombreras agreden el medio natural y suponen un riesgo para el LIC del Islote de Escombreras con la nueva ampliación. El informe advierte de que las sucesivas ampliaciones de los puertos producirán un mayor impacto negativo sobre la costa.

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