Aminatou Haidar recibe el premio Juan María Bandrés 2006 de CEAR
Después de estar encarcelada durante casi cuatro años y ser víctima de prisión en tiempos de Hasan II, Haidar sigue alzando la voz por el pueblo saharaui
ELENA SUÁREZ
LAS PALMAS. Aminatou Haidar, la activista de ayuda al refugiado, recibió el Premio Juan María Bandrés 2006, por su labor y dedicación hacia el pueblo saharaui, por defender los derechos humanos. El premio se lo concede la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), además de por su dedicación a los saharauis, por sufrir en primera persona las consecuencias de esta lucha.
El 31 de octubre de 1975 comenzó la invasión del pueblo saharaui; fue en el año 1987 cuando Haidar es detenida por sorpresa en su casa. Es en este momento cuando comienza su lucha por el derecho del pueblo saharahui y su población. Después de varios años es puesta en libertad. Las detenciones de muchos saharauis comienzan dos días antes de que llegue la comisión de la ONU, «más de 400 personas son raptadas de sus casas y encerradas, no respetan a ancianos, ni jóvenes. Aún hay personas desaparecidas», recuerda.
Encarcelada
Hoy en día, la activista saharahui tiene cuarenta años y dos hijos, y es una víctima de la prisión en los tiempos de Hassan II. Durante su encarcelamiento sufrió continuas vejaciones y torturas, maltratos físicos y psíquicos, según cuenta. Haidar dice «he estado tres años y siete meses en las mazmorras de Hassan II (conocidas por todo el mundo como «los años de brasas y de plomos») donde vivía en condiciones infrahumanas. Estuve todo ese tiempo con los ojos vendados, sin condiciones higiénicas y alimentarias adecuadas. Expuesta a torturas y sin juicio».
Durante tres semanas seguidas las torturas fueron constantes, ya que lo que pretendían era sacarle información. Hasta el mismo día en el que iba a ser liberada, Haidar sufrió torturas. Las mazmorras en las que se encontraba, estaban escondidas, nadie sabía donde estaban.
«Después de ser puesta en libertad, yo, junto a otros ex presidiarios decidimos trabajar dentro del campo de los derechos humanos». Esta situación de continuas vejaciones aún existe, por lo que se decidió el 21 de mayo de 2005, a salir a la calle para manifestarse pacíficamente y pedir que se autorice la autodeterminación del pueblo saharahui.La activista afirma que «somos gente pacífica» y que no tendrán beneficio de la guerra.
Pero a pesar de todos los esfuerzos que se han hecho por ganar esta baralla de derechos humanos, y a pesar de tener el apoyo de todas la asociaciones a las que han acudido, no ha sido posible acabar con el problema, de tal forma que «hemos conseguido que nos torturen aún más por llevar la voz fuera, que no nos lo permiten», dice Haidar.
La activista saharaui confiesa todas las torturas a las que ha sido sometida, pero además admite que «me han amenazado con eliminarme físicamente».
Canarias está involucrada en esta lucha y dice Joaquín Espinosa, presidente de la Comisión de Derechos Humanos y decano del Colegio de Abogados de Las Palmas de Gran Canaria, que se envían observadores del consejo nacional de la abogacía española para que sigan los casos de cerca. De hecho con Aminatou Haidar, anuncian que lo seguirán más de cerca, para asegurarse de que no la encarcelen al llegar a su país.
La activista asegura que «sino fuera por la lucha y el apoyo incondicional de España y los medios de comunicación, no estaría aquí entre vosotros ahora». Sin embargo, del Gobierno de Rodríguez Zapatero dice «aún no tiene una postura definida» a pesar de su «responsabilidad histórica», mientras que, por otro lado, resaltó que el propio Kofi Annan, secretario general de la ONU, «ha reconocido la debilidad» de su organización.
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