Aquellos días agitados de la independencia
El 12 de octubre de 1968 se consumó la salida de España de su colonia subsahariana _ Tras 11 años de terror, Francisco Macías sería derrocado por otro dictador, Teodoro Obiang, tal día como hoy
Se cumplen 30 años del denominado «Golpe de Libertad», una falacia que llevó a la Presidencia de Guinea Ecuatorial al teniente coronel Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, tras derrocar a su tío, el dictador Francisco Macías, once años después de que la ex colonia española en el África subsahariana alcanzara la independencia.
Once años de terror, tiranía y mesianismo revolucionario que llevaron al que llegó a ser el segundo país africano en renta per cápita, a convertirse en uno de los más pobres y más corruptos del mundo. Las expectativas que despertó el «golpe» de Obiang Nguema pronto se vieron frustradas por una nueva dictadura que, a lo largo de treinta años, ha seguido violando los derechos humanos básicos, fomentando la corrupción y sumiendo en la miseria a su pueblo, pese a los espectaculares resultados económicos de los últimos años.
Treinta años también de una nefasta política española con la ex colonia, teñida en demasiadas ocasiones de corrupción y complejos, que nos ha llevado a unas convulsas relaciones con el único país de habla española del África subsahariana, ahora parece que relanzadas al olor del petróleo.
La visita de Fraga
La reciente visita de Fraga acompañando al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a Guinea Ecuatorial para relanzar las relaciones con la ex colonia, nos retrotrae al 12 de octubre de 1968. A casi 41 años atrás, cuando se llevó a cabo la histórica proclamación de la independencia del país africano. Tuvo como protagonistas al flamante primer presidente de la república africana, Francisco Macías, y al propio Manuel Fraga, en funciones de ministro de Asuntos Exteriores, que firmó los papeles en nombre del Estado español, presidido por Franco.
Las crónicas de la época, como la del enviado especial de ABC, Baró Quesada, dejaban constancia de la solemnidad del acto e incluso ponían el acento sobre la nueva etapa y las buenas relaciones de colaboración que se atisbaban entre la metrópoli y su ex colonia.
Luego, el tiempo diría todo lo contrario. A modo de presagio, el enviado de ABC contaba que una fuerte tormenta tropical impidió que se celebrara en el estadio de La Paz el anunciado espectáculo de folclore guineano para agasajar a la delegación española. Lo que sí tuvo lugar en el barco «Villa de Bilbao», donde se alojaba la delegación española y donde se ofreció una cena al presidente guineano y su séquito, fue una muestra de ballet español clásico y flamenco a cargo de María Rosa y su grupo de baile.
La primera Autonomía
La fiesta y el «idilio» hispano-guineano duraron poco tiempo. Apenas cinco meses después, Macías comenzó su etapa de tiranía y asesinatos. Previamente y cuando más alta era la fiebre descolonizadora en el continente africano, Guinea Ecuatorial había dejado de ser colonia, después de que las Cortes españolas, en 1959, aprobaran convertir estos territorios africanos en dos provincias más del Estado español: La isla de Fernando Poo y Río Muni, en el continente, con sus respectivas capitales, Santa Isabel y Bata.
Apenas cinco años después, ambos territorios acceden al estatus de «Autonomía», aunque muy tutelada por la metrópoli. No obstante, la llama independentista y descolonizadora que recorría el continente, también había prendido en Guinea Ecuatorial. España, sin embargo, no mostró especial oposición al proceso de descolonización emprendido bajo la supervisión de la ONU.
A Francisco Macías le sucedió Teodoro Obiang hace treinta años. Golpe tras golpe en Guinea Ecuatorial.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete