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Karl Marx padecía una enfermedad de la piel que le «alienaba»

EMILI J. BLASCO. CORRESPONSALLONDRES. No es que el marxismo y el concepto de alienación desarrollados por Karl Marx salieran enteramente de sus molestias cutáneas, pero sin duda éstas tuvieron su

No es que el marxismo y el concepto de alienación desarrollados por Karl Marx salieran enteramente de sus molestias cutáneas, pero sin duda éstas tuvieron su influencia en la vida y actitudes del pensador. Así lo cree un estudio publicado en el «British Journal of Dermatology», en el que el dermatólogo Sam Shuster diagnostica por primera vez como «hidradenitis suppurativa» el mal que padecía Marx.

La «hidradenitis suppurativa» es una enfermedad de las glándulas del sudor que afecta a la piel de las axilas y de la ingle, generando espinillas, bultos que parecen forúnculos y áreas segregadoras de pus. En 1864, Marx escribió a su amigo Friedrich Engels que tenía forúnculos «en el trasero y cerca del pene». Se trata de una descripción de síntomas, completada en otras cartas, de una enfermedad que no le fue diagnosticada expresamente a Marx y para la que no se aplicaron los remedios adecuados.

Según Shuster, «la nueva diagnosis no es sólo importante en términos de exactitud histórica. La piel es un órgano de comunicación, por lo que sus desórdenes producen mucha angustia psicológica. Además de reducir su habilidad para el trabajo, lo que contribuyó a su depresiva pobreza, la «hidradenitis suppurativa» redujo su autoestima. Esto explica su autoaborrecimiento y alienación, algo reflejado en la alienación que Marx desarrolló en sus escritos». El único consuelo de Marx fue que su mal era una «enfermedad proletaria», tal como escribió también a Engels. Pero esa consideración no suponía ningún alivio físico para quien empezó a sufrir las molestias en 1867, a la edad de 46 años, y ya no logró liberarse del problema.

La persistencia y recurrencia de los síntomas es lo que lleva a Shuster a determinar que Marx sufría de «hidradenitis suppurativa». «Las pruebas son contundentes», asegura el dermatólogo. La enfermedad ya había sido descrita en 1839 por el físico francés Alfred Velpeau, pero en aquel tiempo las ideas cruzaban el Canal de la Mancha con menos rapidez que lo hacía el vino.

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