Pulseras inteligentes para detectar la fiebre en los bebés

Un equipo de investigadores de los departamentos de Química e Ingeniería Química de la Universidad de Coimbra (Portugal) ha creado una pulsera de polímeros que cambia de color cuando la temperatura de los bebés llega a los 38 grados, indicando que tienen fiebre. Según ha explicado en el comunicado el coordinador del proyecto, Filipe Antunes, estas pulseras inteligentes funcionan a partir de polímeros, «seleccionamos dos polímeros de base y trabajamos ese sistema hasta convertirlo sensible a la temperatura deseada».

La técnica utilizada aprovecha el hecho de «existir moléculas que interaccionan bien entre sí y otras que se odian». El equipo de investigadores portugués va a incorporar este sistema en una pulsera de dos partes. Una exterior que es sensible a la temperatura y otra interior que tiene un depósito que activa el cambio de color de la pulsera cuando se alcanzan los 38 grados.

La pulsera no necesita pilas o baterías y los polímeros utilizados «no causan ningún tipo de lesión al bebé», afirma Filipe Antunes, científico de la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Universidad de Coimbra. Otra de las ventajas de estos materiales es el hecho de ser «bio compatibles, garantizando máxima seguridad». El responsable del proyecto asegura que «si por algún motivo el depósito se rompe los productos no causan ningún tipo de lesión al bebé».

La «alerta de fiebre» está en fase de prueba y de test y los investigadores van a presentar un prototipo de esta pulsera a la industria en breve. Además se pretende utilizar esta tecnología para los alimentos. Si los polímeros son alterados para ser sensibles a otras temperaturas «el consumidor podrá saber si los productos, como pueden ser embalajes congelados o vinos, se mantuvieron a la temperatura correcta y si están adecuados para el consumo».