Las últimas horas han sido un pequeño infierno para Nikola Mirotic. A su irregular campeonato, lejos del nivel que se espera de él, el montenegrino sumó anoche otro capítulo para olvidar. El gesto de hacer jirones la bandera serbia va a traer cola, aunque el vestuario ha hecho piña con él para ayudarle a pasar el mal trago. Aunque su intención era dejar pasar el asunto, el revuelo montado en las últimas horas le ha obligado a dar explicaciones, algo que hizo durante la sesión matutina. «Lo siento. Ha sido un error por mi parte. Un error inconsciente. Después de una derrota, lo que haces es bajar la cabeza y e irte al vestuario a llorar. Según iba con la cabeza abajo, he sentido que algo me tocaba la cara y la primera intención que tuve es quitármelo de encima. Lo he roto y luego me he dado cuenta de que era una bandera serbia. Hubiera dado igual que hubiera sido de otro país. Repito que lo siento y que no era mi intención. Y ya está. He pedido perdón. No puedo hacer nada más que eso. No quiero que nadie me perdone, no espero eso. Pero sí quiero dar la opinión sobre cómo ha ocurrido todo», ha reconocido el jugador.
La noche ha sido larga para Mirotic. Aunque trató de evitar la polémica pidiendo disculpas a través de las redes sociales, el mensaje no caló entre los aficionados serbios, que profirieron insultos al jugador en Twitter. En medio de la tormenta, la federación serbia ha salido esta mañana a echarle un cable con un comunicado en el que acepta las disculpas y acepta la versión del pívot, en la que dice que en ningún momento se dio cuenta de que se trataba de una bandera serbia. Además, algunos jugadores de la selección serbia han hablado con Mirotic en el hotel de concentración, donde coinciden ambos equipos. «Sí, he hablado con algunos jugadores serbios esta mañana. Me han preguntado qué había pasado, muy amablemente. Me han dicho que me olvide, que ya sé cómo es la prensa serbia y nada más. Tengo buena relación con ellos y esto se va a calmar. Yo a partir de ahora ya dejo de pensar en esto», ha apuntado.
En la sesión de tiro de la mañana, antes de empezar, Scariolo ha charlado durante unos minutos a solas con el jugador en el centro de la cancha. Un gesto de cariño que el resto de sus compañeros han imitado durante el resto del entrenamiento, con mención especial para Pau, muy atento en todo momento al montenegrino. «El equipo está comprometido con obtener un buen resultado y luchar por el objetivo que nos marcamos al principio de estar luchando por las medallas y los incidentes extradeportivos no tienen que afectar al equipo. A nivel personal, es algo que a nadie le gusta. Creo que Niko sufrió un momento de frustración tras perder. Lo siente, se arrepiente un poco, pero no debe afectarnos a ninguno», señalaba Pau Gasol poco antes de las explicaciones de Niko tras del incidente.
