Nigel Farage, líder populista inglés, promete dejar de beber un mes

Nigel Farage es el líder del partido populista UKIP, la formación eurófoba liberal -conservadora que quita el sueño a Cameron, porque le roba votantes por el flanco derecho. Farage, de 50 años y casado con una alemana, un político atípico por sus maneras vivales. Gusta de fotografiarse pinta en mano en los pubs y tampoco rechaza un cigarro. Ese porte campechano se cree que le ha dado votantes, pero su hígado las paga y también ha sido criticado por utilizar el pub como arma de promoción política. Ahora promete ponerse a secar durante todo el mes de enero, tras unas navidades en las que reconoce que ha abusado del alcohol: «No he sido particularmente virtuoso y necesito un parón. De vez en cuando a todos nos viene bien un descanso».

En una entrevista con ABC a finales del año pasado expresaba a las claras su pasión por el Rioja: «No conozco a ningún hombre vivo que haya bebido más Rioja que yo y lo he disfrutado muchísimo. ¡Gracias España!». Farage no tenía problemas en reconocer que le gusta soplar: «Bueno, yo disfruto bebiendo, y no veo ningún problema con eso. Aunque lo cierto es que ya no tengo tanto tiempo como solía para dedicarme a ello175.

Según algunos sondeos, UKIP podría rondar el 16% de los votos en las elecciones de mayo. Así que cuando falta poco más de 150 días para los comicios, Cameron ha comenzado a cortejar al que puede ser el partido bisagra que decida quien se sienta en Downing Street, porque se descarta una mayoría absoluta. Dentro de esa aproximación, el primer ministro ha declarado este fin de semana en la BBC que estaría dispuesto a adelantar la fecha del referéndum que ha prometido sobre la continuidad del Reino Unido en la UE, previsto para 2017. Esa era una de las condiciones que planteaba Farage para otorgarle su apoyo. El líder populista ha dejado entrever que secundará a los tories y ha dicho claramente que no ayudará con sus votos ni a los laboristas ni al Partido Nacionalista Escocés.

Las promesas de moderación de Farage parece que no son muy creídas por la sociedad británica. Según la casa de apuestas Ladbrokes, seis contra cuatro creen que caerá en la bebida de nuevo antes de que concluya este mes. Una buena pinta parece demasiada tentación para el dicharachero Nigel.