La elegancia austera y misteriosa de Lauren Bacall
La intérprete supo tener un estilo propio y puso de moda cuatro clásicos imprescindibles

Hollywood funcionó durante décadas con el sistema de los grandes estudios, innovadores centros de mercadotecnia que regían las vidas de los actores . Las artistas más importantes tenían que mostrar un guardarropa actual y ejemplar. Inicialmente los estudios contaron con diseñadores franceses importantes para idear colecciones enteras que pasaron a la historia. Pero pronto decidieron evitar los quebraderos de cabeza que una caprichosa Coco Chanel había dado a Samuel Goldwyn y de paso ahorrarse gravosos honorarios. En el caso de la Paramount, Dior y Givenchy fueron los responsables de los looks más simbólicos. Pero los estudios de Hollywood decidieron hacer un Zara y fusilar la moda francesa con equipos de modistas que copiaban los modelos más impresionantes de las grandes casas.
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Destacó desde su primera película , «Tener o no tener». Su elegancia natural no necesitó adaptarse a las cursis creaciones de la modista de la Metro, Helen Rose. Bacall, a partir de su primer papel, tomó siempre el rol de mujer independiente, misteriosa y rebelde. Bacall hizo popular un estilo de discreción elegante y estricta, producto de los años 40, de su inexperiencia y de una posguerra parca en florituras y recursos. Y catapultó hacia la eternidad cuatro piezas clave de la moda actual.
El estricto «tailleur»
Los trajes de chaqueta de los años cuarenta, de falda recta se convirtieron en el uniforme femenino desde entonces. Grandes hombreras, cortes rectos, tejidos austeros, camisas masculinas y tonos sufridos eran el pan de cada día. Los prefería en lana, crepe o tweed. Llevó un traje de chaqueta de color camel incluso el dia de su boda con Bogart.
La camisa por autonomasia
Bacall llevaba las camisas y blusas con poderío. Las convirtió en el rasgo más recurrente de su estilo: blancas y estrictas; en satén y con pliegues; abrochadas hasta arriba o por el contrario con un escote de infarto. Convirtió la camisa femenina en una pieza con personalidad que aún actualmente representa la sencilla elegancia.
Vestidos de noche
Lauren era capaz de llevar estrechos vestidos de noche con tejidos ricos y vistosos, sin cruzar nunca la frontera de lo exagerado. Lucía a veces escotes desmesurados que en ella quedaban perfectamente discretos, sobre todo cuando posaba junto a algunas de sus compañeras más exuberantes.
Traje pantalón
Desde finales de los años 60, se dejó aconsejar por Yves Saint Laurent. El modisto que revolucionó el mundo de la moda creando el smoking para mujer y los trajes de pantalón, recibiendo una gran acogida entre las estrellas más lanzadas del mundo. Bianca Jagger, Catherine Deneuve y Lauren Bacall fueron algunas de sus mejores amigas y más fervientes admiradoras. Yves y «la flacade los párpados de melocotón» y el cigarro en la boca, siempre estuvieron de acuerdo en unir belleza, sencillez y osadía. Un gran acierto.
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