La casa de la duquesa de Alba, en régimen de chiringuito
Costas finaliza el informe sobre el chalé y estudia aprobar una concesión por 30 años

Desde que en 2009 la Demarcación de Costas abriera expediente al chalé playero de la duquesa de Alba, llamado Las Cañas, los representantes legales de Cayetana Fitz-James Stuart (88 años) han estado batallando para «indultar» la parte de la vivienda que invade espacio público. Después de que las alegaciones presentadas fuesen rechazadas, parece que han encontrado una fórmula para disipar la sombra de la piqueta durante un periodo de 30 años: solicitar una concesión similar a la que tienen los «chiringuitos». Una posibilidad sobre la que tendrá la última palabra la Demarcación Central, a quien los técnicos de Málaga ya han enviado el informe elaborado al respecto.
La actuación de Costas sobre el inmueble de la duquesa se englobaba dentro de un expediente incoado en 2009 para recuperar de oficio el dominio público marítimo-terrestre que ocupaban casi una treintena de estructuras en Marbella.
Según se plasmó entonces en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), la residencia de Cayetana Fitz-James Stuart , ubicada en la playa de Casa Blanca, invade el dominio público en 32 metros cuadrados correspondientes a un muro de obra con una puerta de entrada y en zonas verdes -césped y palmeras- del inmueble. Es el conocido acceso directo a la playa que los reporteros del corazón han inmortalizado en tantas ocasiones cuando trataban de arrancar alguna declaración a la hija de la duquesa, Eugenia Martínez de Irujo, sobre algún supuesto romance.
La edificación, con aires ibicencos, ha sido durante años punto neurálgico de reunión de los veranos de los Alba en los años de máximo esplendor de la noche marbellí y la propia Cayetana Fitz-James Stuart ha dicho en diversas ocasiones que es su vivienda preferida por los gratos momentos vividos en ella.
El inmueble es propiedad del marqués de San Vicente del Barco , Fernando Martínez de Irujo (54 años), el cuarto hijo de la duquesa, desde que ésta repartiese en vida su impresionante herencia. Sin duda alguna, es el miembro de la familia con menos brillo mediático, ya que se ha preocupado siempre de no situarse bajo el foco.
Abogado de profesión, el marqués ha estado muy encima del contencioso que ha girado en torno a Las Cañas para lograr su indulto. Tras la apertura del expediente, Costas otorgó un plazo de ocho días para que los afectados se presentaran «las alegaciones y pruebas que estimen convenientes en defensa de sus derechos». Esas alegaciones se presentaron pero finalmente no fructificaron, por lo que lo que comenzó siendo un expediente informativo podía convertirse en uno de carácter sancionador y seguir el mismo camino que La Gaviota, la vivienda de Antonio Banderas que estaba en una situación similar y cuyo muro exterior fue derribado para «devolver» el espacio público ocupado.
Concesión temporal
Pero la duquesa ha encontrado una fórmula para ahuyentar temporalmente las piquetas de su propiedad. Según confirmaron a este periódico fuentes de Costas, se estudia la solicitud de los representantes legales de la Duquesa de que se otorgue una concesión para la aplicación de las disposiciones transitorias de la Ley de Costas. Una concesión que se prolongaría durante un periodo de 30 años y que se podría asemejar a la que se otorga a los «chiringuitos».
No obstante, no acarrea el pago de ningún canon, ya que «la conversión de los derechos de propiedad en derechos de aprovechamiento mediante concesión» ha sido considerada por el Tribunal Constitucional como una indemnización adecuada y proporcional
El informe final sobre la situación de la vivienda ya está realizado y, según las fuentes consultadas, teniendo en cuenta que el terreno afectado «no es muy grande», todo apunta a que se aprobará esa concesión y la casa de la Duquesa de Alba estará fuera de peligro… Al menos por 30 años.
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