esta semana
Suárez Illana será operado de un tumor de cuello
«Ahora me toca pelear y me encuentro fuerte», ha dicho en declaraciones a ABC

Apenas un mes y medio después de la muerte de Adolfo Suárez (25 de septiembre de 1932-23 de marzo de 2014), la familia del que fuera primer presidente de la democracia española vuelve a pasar por un durísimo trance. Adolfo Suárez Illana (49), el segundo de los cinco hijos del expresidente del gobierno y de Amparo Illana , será operado esta semana, el miércoles o el jueves, de un cáncer de cuello, tal y como ha confirmado él mismo a este periódico. Más allá de la intervención quirúrgica, el «pronóstico es razonablemente bueno y tenemos una oportunidad fantástica para pelear» de cara a su tratamiento y posterior recuperación.
Con gran ánimo y sin perder el optimismo, Adolfo Suárez Illana confirmó a ABC que «efectivamente, me ha tocado la lotería. Estoy entero, estoy bien, estoy fuerte, confiado y en manos de Dios y de los médicos para salir a por ello». En cuanto a la fecha exacta de la operación, comentó que «no sé si será el miércoles o el jueves cuando tenga que pasar por los talleres». El pasado viernes, 2 de mayo, Suárez Illana tenía una cita a la que no acudió en la sede de del gobierno de Madrid para recoger la Medalla de Oro de la Comunidad otorgada a su padre a título póstumo. La familia excusó la ausencia y pidió recoger la medalla otro día.
Fue el viernes 21 de marzo cuando Adolfo Suárez Illana anunciaba en rueda de prensa, y con lágrimas en los ojos, que la muerte de su padre era «inminente». El expresidente de Gobierno, enfermo de alzhéimer desde hacía años, había ingresado unos días antes en el hospital Cemtro de Madrid debido a una infección respiratoria. Dos días después, Adolfo Suárez fallecía pasadas las tres de la tarde. Sus restos mortales descansan ahora en la Catedral de Ávila tras celebrarse los funerales de Estado.
Dura prueba
La desaparición del expresidente, figura fundamental en la reciente historia de España, fue el último golpe a una familia sometida a duras pruebas y a la que el cáncer ha atacado con especial virulencia.
En enero de 1993, cuando se encontraba embarazada de su segundo hijo, Mariam, la primogénita, fue diagnosticada de un cáncer de mama . Falleció en marzo de 2004 tras una larga lucha contra la enfermedad. Tres años antes, en mayo de 2001, su madre, Amparo Illana Elórtegi, había muerto del mismo mal. Las otras dos hijas del fallecido expresidente también tuvieron que luchar contra la enfermedad: Laura (nacida en 1966) fue intervenida de un cáncer de mama hace dos años; Sonsoles (1967) superó el mismo tipo de tumor en 2004. Ahora, Adolfo será quien tenga que plantar batalla a un tumor. Y, asegura, «ahora toca pelear».
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