La familia de Tito Vilanova, siempre a su lado

«Deciros que estoy tranquilo, fuerte y que afronto esta nueva etapa en el proceso de mi enfermedad con plena confianza de que todo irá bien». Son las palabras con las que Tito Vilanova se despedía del F.C. Barcelona , la que había sido su casa y «un equipo que ha hecho realidad los sueños de cualquier entrenador», como él mismo decía.

El ex entrenador animaba a su familia, que ha permanecido siempre a su lado durante su batalla contra la enfermedad que acabó por ganarle la partida.

Ese mensaje de confianza y apoyo lo retomó uno de sus hijos, Adrià Vilanova, de 15 años y jugador del cadete A del FC Barcelona, que publicaba en Twitter tras la recaída de su padre : «Muchas gracias a todos por los ánimos. Sois muy grandes. Todo saldrá bien. Un saludo». Era el lema que repetía para animar a Tito, tal y como él le había enseñado.

Vilanova mantuvo la esencia del conjunto azulgrana y logró una Liga histórica, igualando los cien puntos que firmó el Madrid de Mourinho, y lo hizo con sus formas, con sus silencios, con su discreción. La misma que exigió cuando desveló que tenía cáncer.

En todo este viaje le acompañó Montse Chaure, su esposa desde 1992 y con quien intimó desde los 18 años. Llevaban dos décadas juntos.

Vilanova deja una hija, Carlota, y un hijo, Adrià, futbolista que se curte en La Masía. Con él compartía partidos de pádel en su tiempo libre, como muestra la fotografía que el propio Adrià compartió en las redes sociales.

Tito intenta mantener a su familia en un segundo plano, pero ellos no pueden evitar a las grandes citas. Cuando fueron a Madrid a verle disputar la final de la Copa del Rey frente al Athletic estuvieron todos y la prensa dijo de ellos, consciente de su deseo de intimidad, «recibieron más flashes que de costumbre», según realta Divinity. Tito adoraba algo tan sencillo como pasear, la paella y la música, tan meticuloso que le llamaban «El Marqués».