Antonio Banderas: «Con Gibraltar esto no podía seguir así. Teníamos que reaccionar»
Solidario y orgulloso de su familia, el actor regresa a Marbella para presentar la gala «Starlite». Antes de su gran noche el actor habla con ABC sobre la actualidad política y económica

Hoy cumple 53 años y dentro de unas horas tendrá otra de sus grandes noches. Antonio Banderas ha regresado a Marbella para Antonio Banderas grabará el cierre de la gala «Starlite» con las Google Glass , que apoya desde su inicio. Comprometido con la Fundación Lágrimas y Favores , confiesa que por esta organización está dispuesto a hacer «todo lo que no haría en mi trabajo». Había pedido dos días de «paz y tranquilidad» para descansar y disfrutar de la familia, sin embargo, abre un hueco en su agenda para hablar con ABC de solidaridad, proyectos cinematográficos y hasta de política.
-La manera en la que usted se ha implicado con la gala «Starlite» ha sido fundamental para su continuidad. ¿Qué no haría por esta causa?
-Muchas cosas que no hago por mi vida profesional estoy dispuesto a hacerlas aquí, con tal de recaudar fondos para un evento que se creó hace cinco años con toda la ilusión del mundo. Estoy muy comprometido con la fundación que creamos cuyo principal objetivo es conseguir becas para la Universidad de Málaga. Además trabajamos con una asociación malagueña que fundó una ciudadana británica para cuidar a enfermos de cáncer. Hace dos años, con motivo de la crisis, abrimos una tercera vía para dotar de fondos a Cáritas parroquial y colaborar con el barrio donde se generó esta fundación. Nació de la Semana Santa y de la Cofradía de la Virgen de Lágrimas y Favores. Por ello haré lo que haga falta. Intentaremos que la noche de hoy sea divertida, pero que se cumplan nuestros objetivos.
-La situación actual hace que ya no podamos permitirnos el lujo de ayudar tanto a otros países, sino que tengamos que centrarnos en lo nuestro. ¿Cómo se ve España desde fuera?
-Desde aquel octubre infausto de 2008, que fue cuando la economía mundial se pegó el batacazo, hasta hace relativamente poco, a España se la veía como un país con problemas graves. Pero desde hace un tiempo la percepción, aunque sea de forma relativa, empieza a cambiar. Me niego a hablar de brotes verdes; después de todo lo que se ha dicho, resulta hasta cómico. Pero hay cierta imagen de que se están haciendo las cosas relativamente bien. Lo que ocurre es que, cuando se habla de relativamente bien en lo «macro», resulta que lo «micro» no se mueve o, incluso, se hunde más. Es muy difícil emitir un juicio real de cómo se están haciendo las cosas, porque los resultados se verán dentro de unos años. Por eso, sinceramente no me atrevo a pronosticar nada, entre otras cosas porque soy un actor. Fíjate que entre los analistas económicos que hemos ido escuchando durante el desarrollo de la crisis, algunos han acertado y otros se han equivocado. Y lo mejor de todo: cuando salen a hacer un análisis, dicen que no saben realmente lo que pueda pasar.
-Dado su interés por todo lo que sucede en España, supongo estará atento al escándalo de los ERE en Andalucía. ¿Cómo le afecta?
-Eso nos afecta a todos. Tanto los escándalos de un partido como los de otro lo que hacen es reducir la credibilidad y confianza en la clase política. Eso da mucho miedo. Lo preocupante es que, a largo plazo, las mejores cabezas del país no quieran entrar en la política y solo lleguen quienes no tienen escrúpulos. Hay que tener mucho cuidado a la hora de enjuiciar a los políticos. Yo no voy a romper una lanza a favor de ellos, pero debemos ser muy equilibrados a la hora de emitir juicios. Yo sigo creyendo en la voluntad y honradez del político. Sé que hay casos increíbles, pero que no cubren a todo el espectro político. Lo que ocurre es que son tan exagerados y flagrantes que inevitablemente la gente pone a todos en el mismo lugar. También porque hoy cumplo 53 años, emito con cautela mis valoraciones. Obviamente, los casos que estamos viendo son tan espectaculares que desalientan mucho a una población que está sufriendo en sus carnes una crisis larga y compleja.
-¿Y ve con preocupación el conflicto diplomático con Gran Bretaña en Gibraltar? ¿Qué le parece la actuación del Gobierno español?
-Yo me tengo que poner de parte de mi gente. No es justo que sean los pescadores de la zona los que finalmente sufran las peleas que se producen a alto nivel. Que tiren al agua trozos de cemento con hierro para enganchar las redes de los pescadores españoles, no puede ser. Tal vez se haya tomado una reacción exagerada, pero es verdad que hay que llamarles la atención y decirles que esto no podía seguir así. Teníamos que reaccionar de alguna manera. Por eso no me he metido en política. Uno piensa que todo se debe resolver con el diálogo, aunque hay veces en que este se interrumpe por las acciones que realizan tanto unos como otros. Desde mi casa veo el Peñón y a los que somos de la tierra nos preocupan muchos hechos que se han producido, como la reparación de submarinos nucleares en la zona. A los ingleses habría que decirles, entre otras cosas, que tengan cuidado porque los turistas que se bañan en esas aguas son de allí.
-¿Se plantea en algún momento regresar a España?
-A España vengo con frecuencia porque tengo distintas actividades con compañías de cine de aquí, como un proyecto que hemos rodado en Bulgaria, con la mayoría del equipo español. Lo hemos realizado a pulmón, sin subvenciones, con una productora norteamericana, Milenium, y tendré que venir más veces para terminarlo. Hemos mantenido en una situación tan difícil 130 trabajadores y hemos hecho una inversión importante y hemos conseguido vender la película a cerca de 100 países, se va a estrenar en los Estados Unidos y en septiembre empezaré a promocionarla. Dentro de poco presentaremos «Justin», un proyecto de animación. Mi intención es trabajar cada vez más en mi país, en el terreno de la producción y la dirección. En ello estoy. Pero en las circunstancias actuales es más complicado. Seguiremos caminando, aunque no sea al ritmo que a mí me gustaría. Pero lo haremos tacita a tacita.
-¿En qué fase se encuentra el proyecto de la película «Guernica», dirigida por Carlos Saura y en la que usted interpretaría a Picasso?
- Hace diez minutos me acaban de anunciar que el 4 de septiembre habrá una reunión en Madrid entre los productores vascos y los franceses para llegar a un arreglo sobre la financiación de la película. Hablé con Carlos Saura y me dijo que sigue igual de ilusionado que yo. También Gwyneth Paltrow me llama de vez en cuando para interesarse por este filme. Aunque ella hace grandes producciones le interesa trabajar en formatos de calidad. Está especialmente emocionada con esta película dado el especial vínculo que mantiene con España donde pasó algún tiempo cmo estudiante.
-Hablando de vínculos españoles, ¿le ha inculcado a Stella del Carmen el suficiente apego a este país?
-Las cosas son como son. Mi hija, aunque haya nacido en Marbella, es más americana que española. Eso no quita para que, siempre que pueda, la traiga aquí y le enseñe la Semana Santa, que para mí es una sobredosis de raíces que ha vivido desde chiquitita. Lo que quiero es que cuando yo ya no esté aquí, ella tenga esos sabores y colores, que cada vez que regrese recuerde esos momentos y, de alguna manera, lo lleve en su disco duro. Habla perfectamente español y a medida que va creciendo se va interesando más por España.
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