El acoso a Loyola de Palacio que desmontó la Justicia

La presión a la que el PSOE está sometiendo al exministro Miguel Arias Cañete para impedir que sea comisario europeo es la misma que utilizó para intentar derribar a la que fuera comisaria de Transporte, Loyola de Palacio, en 1999. Una cacería que inició el entonces presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, acusando a la exministra de Agricultura, y en ese momento candidata del PP a las elecciones europeas, de permitir un fraude generalizado en las ayudas al cultivo del lino. La acusación se concretó en un delito de falsedad documental concertada para repartirse subvenciones europeas para este cultivo. Una sentencia judicial dictaminó ocho años después que no existió tal delito.

El acoso a Loyola de Palacio se inició una semana después de que el PP la designara candidata a los comicios europeos, el 23 de abril de 1999. El 30, el Gobierno de Castilla-La Mancha anunció la apertura de de una investigación sobre las ayudas al lino y el 18 de mayo llevó esta misma investigación a la Cámara autonómica.

Tras la celebración de las elecciones europeas, el 13 de junio de 1999, fue nombrada comisaria europea el 1 de noviembre de ese mismo año. Poco después, el 19 de diciembre, el fiscal Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, comunicó a la Comisión Europea la existencia de un fraude generalizado. Bono pidió entonces la dimisión de Loyola de Palacio y la campaña contra Loyola la llevó a Brusela la portavoz socialista Rosa Díez.

Tras cinco años de investigación judicial y un sumario que instruyó el juez Baltasar Garzón, una sentencia de 23 de abril de 2007 limpiaba el honor de Loyola de Palacio, al dictaminar que no había trama, ni fraude, ni falsedad documental.