«Libres e Iguales» habla con ABC
Joaquín Leguina: «Ahora el diálogo no es posible porque el caballo está desbocado»
El expresidente socialista de la Comunidad de Madrid es uno de los firmantes del manifiesto «Libres e Iguales» contra el soberanismo catalán

Joaquín Leguina (Villaescusa, 1941) vive entre la política y la escritura. Hay un nombre que «envenena sus sueños», dice el título de uno de sus últimos libros. El expresidente de la Comunidad de Madrid califica la situación de «alarmante». Cree que, en Cataluña, «cuanto peor, mejor» porque así se «atarían los machos» y se «podrían replantear las cosas». Ahora, después de firmar el manifiesto de «Libres e Iguales» contra el desafío secesionista, desvela planteamientos como aquel «cuanto peor, mejor».
-¿Qué nombre envenena sus sueños políticos?
Hombre, políticamente ya no me envenena casi nadie, pero si tuviera que decir un nombre, es probable que fuera catalán. No voy a decir cuál es -dice entre risas-.
-¿Por qué firmó el manifiesto?
-Mi convicción de que las cosas no van bien me llevó a hacerlo. Hay que plantar cara y denunciar todas las mentiras con las que se ha montado todo este carajal. Las batallas que no se disputan se pierden.
-Como político, le tocó vivir algo parecido: el Estatuto catalán de 2006.
-Sí, me tocó sufrir todo aquel proceso, durante la primera legislatura de Zapatero. Luego dejé la política. Todo me parece un disparate, al igual que le pareció una locura al Tribunal Constitucional. Lo que no coló por la puerta de la Constitución aquella vez, ahora parece que algunos quieren meterlo por la ventana. Esto no se puede hacer así.
-Una vez, en un auditorio de Sevilla, dijo: «En Cataluña, cuanto peor, mejor». ¿Qué significa?
-Creo que hay que dejar madurar el proceso en la propia Cataluña. Existen muchísimos catalanes que no quieren este desafío independentista. Se han quedado huérfanos. Hay que apadrinarles y ayudarles. Si ganara Esquerra Republicana, por encima de CiU, yo creo que Convergencia pasaría por una crisis. Ese sería el momento adecuado para dialogar. Ahora no es el momento porque el caballo está desbocado. Cuando el caballo va a tirar al jinete, no se puede razonar. Habrá que hacerlo cuando el jinete ya se haya caído.
-¿Cómo acabará todo esto?
-No sé. Eso habría que preguntárselo a Rajoy, que lleva la batuta. Creo que lo está haciendo bien, pero para sentarse a hablar tendría que pedir a Mas que parase el caballo. O echa el freno, o no existe diálogo posible.
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