Caso Nóos
Desestimada una prueba caligráfica sobre la veracidad de unas firmas atribuidas a la Infanta
El juez considera que la última petición de Manos Limpias en este sentido «no se sostiene» y que «en la práctica haría caprichosamente inacabable» la instrucción del caso Nóos

El juez instructor del « caso Nóos », José Castro, ha dictado este viernes un auto en el que desestima el recurso de Manos Limpias contra su decisión de denegar la práctica de una prueba caligráfica sobre las firmas de la Infanta Doña Cristina y de Iñaki Urdangarín en dos reuniones llevadas a cabo por Aizoon, la mercantil que los Duques de Palma compartían al 50 por cien. En su auto, Castro señala que la posición de Manos Limpias de solicitar ahora diversas pruebas caligráficas «no se sostiene», y añade que «en la práctica haría caprichosamente inacabable la presente instrucción», ya que se estaría pretendiendo que el Juzgado de Instrucción número 3 «supla la inactividad de quienes, por no sentirse afectados por hipotéticas falsedades, ninguna alegación han hecho al respecto». La última palabra sobre dicha petición de Manos Limpias la tendrá ahora la Audiencia Provincial de Palma, una vez que el resto de partes personadas en esta causa judicial se hayan también pronunciado.
En su auto previo del 28 de mayo, recurrido por Manos Limpias, Castro recordaba que el pasado mes de abril este sindicato ya había pedido que se requiriera al notario Carlos Masiá información sobre dos juntas realizadas por Aizoon, una el 29 de julio de 2005 y otra el 26 abril de 2006.
En dichas reuniones, la Infanta e Urdangarín habrían intervenido como presidenta y como secretario, respectivamente, para tomar determinados acuerdos, entre ellos la designación de los referidos cargos y el traslado del domicilio social de Aizoon, primero a la calle Balmes y luego a la calle Elisenda de Pinós, en Barcelona. Tales acuerdos fueron elevados a públicos por Urdangarín ante el notario Masiá el 21 de septiembre de 2005 y el 26 de mayo de 2006. Con posterioridad, se hicieron las correspondientes anotaciones en la hoja registral de Aizoon, el 28 de septiembre de 2005 y el 7 de junio de 2006, respectivamente.
Castro señalaba en su auto de la pasada semana que Masiá era «sobradamente conocedor» de la identidad de Urdangarín , de su cargo y de su firma, «razón por la cual ninguna duda debió abrigar sobre la autenticidad de los documentos que se le presentaron para autorizar su elevación a públicos». En este contexto, para el magistrado no procedía, por tanto, que «terceras personas que no intervinieron en su confección», en alusión a Manos Limpias, se cuestionen en este momento la aparente realidad de tales juntas, la asistencia de las personas que en ellas se dice y las firmas con las que dieron su conformidad a lo que en dichas reuniones supuestamente se decidió, «debiendo en un principio tenerse como cierto su contenido».
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