El PP discute cómo recuperar crédito y más pulso político
Tras la pérdida de 2,6 millones de votos, Mariano Rajoy se enfrenta a diez iniciativas para un rearme anímico del partido a un año y medio de las elecciones

La victoria del PP en las elecciones europeas no oculta una pérdida de confianza de una parte importante de su electorado, que roza el 40 por ciento. En total, casi 2,6 millones de personas dejaron de votar a los populares en los comicios al Parlamento Europeo. Todo un aviso del que el presidente Mariano Rajoy ha tomado nota, como admitió el martes en Bruselas. En la semana de resaca electoral, y cuando todavía no se han terminado de hacer todos los análisis sobre los resultados de las urnas , en Moncloa se considera que esa sangría de votos puede ser temporal y recuperable, al menos en buena parte. Para ello esperan que según avance la recuperación económica y mejoren los datos de creación de empleo y seguridad social, el Gobierno irá recuperando la confianza perdida de muchos ciudadanos que dieron su voto al PP en las elecciones generales de 2011.
¿Será suficiente la mejoría de la economía para que ese 40 por ciento de electores que han perdido su confianza en el PP y en el Gobierno vuelvan a dársela? Esa es la pregunta del millón ahora mismo, dentro y fuera de la Moncloa. Los más optimistas aducen que la mayoría de esos electores «enfadados» o cansados han ido a la abstención, por lo que son más recuperables. Para ello, harían falta no solo más datos positivos, sino un discurso político más potente que les anime y vuelva a ilusionarles en el proyecto que defiende el PP y Mariano Rajoy.
Los más críticos creen que el aviso es serio, y la confianza solo se recuperará si el Gobierno se toma en serio su propio programa electoral, lo aplica con la mayoría absoluta que le otorgaron los ciudadanos y no se queda a medias en muchas de las propuestas y reformas que eran demandadas por el electorado del PP (y en algunos casos por el conjunto de los ciudadanos) y que no han llegado a calar en la opinión pública como las grandes medidas que se necesitaban. Es el caso de la reforma de las Administraciones Públicas , criticada por algunos sectores por ser insuficiente y no tocar realmente el esqueleto institucional, o también la reforma de la Educación o la no nata reforma del Aborto.
Fuentes de Moncloa explicaron que en Presidencia hay «tranquilidad» y cautela ante el resultado electoral. Se ha tomado nota del retroceso en el respaldo de los ciudadanos, pero también en que el PP sigue siendo el partido con más votos. Y, por tanto, lo previsto ahora mismo es mantener el calendario de reformas que ya estaba aprobado. El rumbo sigue siendo el mismo, subrayaron fuentes rpróximas a Presidencia. En ese sentido, el objetivo inmediato es sacar adelante la reforma fiscal, donde sí se incluye, con casi tres años de retraso, el cumplimiento de la promesa de bajada de impuestos. Además, en los próximos meses se dará un impulso a la reforma de las Administraciones Públicas, que en junio cumple un año desde que se aprobó el primer informe.
Las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2015 será el test definitivo para comprobar si el Gobierno y el PP han sabido reaccionar al aviso de las europeas. No lo tendrá fácil, pues parte de un fuerte retroceso en algunos de sus feudos más sólidos, como Madrid y Valencia, y una caída general en Andalucía, donde no acaba de cuajar la apuesta que hizo Rajoy para liderar el partido.
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