Castro pasa a ser también el azote de Munar
El juez compagina la instrucción del «caso Palma Arena», que afecta al PP, con la de la pieza principal del «caso Maquillaje», que afecta a UM

El juez José Castro empezó a ser conocido en toda España hace un lustro, cuando inició la instrucción del llamado «caso Palma Arena», en el que originariamente sólo se investigaban las causas del sobrecoste de este equipamiento deportivo. Sin embargo, poco a poco empezaron a estar también bajo sospecha otras iniciativas llevadas a cabo por el PP de Jaume Matas entre 2003 y 2007, periodo en el que el político mallorquín presidió por segunda vez el Ejecutivo autonómico. Con el paso del tiempo, el «caso Palma Arena» fue adquiriendo cada vez mayor complejidad, de ahí que en la actualidad se encuentre dividido en 25 piezas, entre ellas el denominado «caso Nóos». Fue también en estos últimos cinco años cuando se empezaron a instruir en Baleares diversas causas judiciales contra la Unió Mallorquina (UM) de Maria Antònia Munar , en las que Castro nunca participó ni directa ni indirectamente. Hasta ahora.
Recientemente, el magistrado se vio obligado a asumir el final de la instrucción de la pieza principal del llamado «caso Maquillaje», en la que se investigan presuntas irregularidades en la puesta en marcha de la radio pública insular Ona Mallorca en 2001. En aquellas fechas, la presidenta del Consell de Mallorca era Munar , gracias al apoyo del PSOE, el PSM, IU y Los Verdes, y su gobierno estaba conformado por dirigentes históricos de UM como Miquel Nadal o Bartomeu Vicens. Los jueces que debían ocuparse de este caso, primero Pedro Barceló y después Antoni Rotger, renunciaron al mismo por tener antiguos vínculos personales con Munar y con Nadal, respectivamente. De este modo, esta causa pasó al Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, cuyo titular es Castro, que ha sido el magistrado encargado de concluir la instrucción.
Según el último auto del juez relativo al «caso Maquillaje», el Consell de Mallorca habría adjudicado la explotación de Ona Mallorca a una empresa que se había constituido expresamente para poder conseguir el contrato y que carecía de la infraestructura mínima necesaria para poder emitir. Dicha empresa, Studio Media Comunicació, estaba integrada por Alfredo Conde y por su esposa Elisabeth Diéguez. Conde era amigo del entonces consejero insular Vicens, quien habría facilitado información privilegiada a este empresario afín a UM para poder ganar el concurso convocado.
Entre 2001 y 2005, Studio Media Comunicació recibió en total más de tres millones de euros del Consell de Mallorca. Una parte de ese dinero otorgado de manera presuntamente irregular habría sido además desviada, a través de facturas falsas, para fines personales.
Castro considera que Munar, Nadal, Vicens, Conde y Diéguez, así como tres antiguos altos cargos más del Consell, cometieron los presuntos delitos de prevaricación administrativa , fraude a la administración, tráfico de influencias y falsedad en documento oficial. Si los recursos ya presentados por los imputados no prosperan, Munar podría volver a sentarse en el banquillo por un nuevo caso de corrupción.
Cabe recordar que la expresidenta de UM se encuentra en prisión desde el 24 de julio del pasado año , en donde ingresó un día después de que la Audiencia Provincial de Palma la condenase a un total de seis años de cárcel por los delitos de fraude y revelación de secretos por el «caso Can Domenge». En esta causa se investigaba originariamente la venta irregular, mediante información privilegiada, de los terrenos del mismo nombre por parte del Consell de Mallorca a Sacresa.
Sobre Munar pesa ya una condena en firme de cinco años y seis meses de prisión por los delitos de prevaricación, malversación, fraude y falsedad en el marco de una pieza separada del «caso Maquillaje», en la que se investigaba un desvío de 240.000 euros por parte del Consell a través de dos subvenciones concedidas a una productora afín a UM en 2004 y 2005, cuando Munar presidía la institución insular gracias al apoyo del PP de Matas. Una parte del futuro judicial más inmediato de ambos expolíticos está ahora en las mismas manos, en las del juez instructor José Castro.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete