¿Tendrá el último «vodevil» de ETA un segundo acto?

El «gesto» de ETA de mostrar dos pistolas, un revólver, un fusil y una bolsa con 16 kilos de explosivo, además de cartuchos y varios temporizadores, para después llevarse el material en una caja de cartón , ha supuesto un acto grotesco también para el Ejecutivo vasco e incluso la propia «izquierda abertzale», si bien no han tenido más remedio que camufar su sensación de ridículo tras las expexctativas que habían alentado.

En un encuentro mantenido en junio, los denominados «verificadores» habían planteado a ETA varias opciones. Entre ellas, grabar en un vídeo cómo los terroristas dejaban una serie de armas y material explosivo en tres o cuatro «zulos» y a continuación cómo procedían a su precintado para después difundir las imágenes. Al mismo tiempo se daría a conocer la ubicación geográfica de los depósitos. Los cabecillas de la banda criminal aseguraron a Ram Manikkalingam y al resto de integrantes de la Comisión Internacional de Verificación (CIV) que estudiarían la propuesta y responderían al respeto. La respuesta llegó a finales de enero pasado, cuando los verificadores recibieron una carta en la que se les citaba en Toulousse. Fue entonces cuando Manikkalingan y colaboradores mostraron, primero, su sorpresa y, después, su frustración. Todo quedaba en un «mirar las armas rápido, pero no las toquéis, que nos las llevamos de inmediato».

También a los dirigentes de Sortu les pareció muy corto el alcance de un «gesto» que venían pudiendo a ETA desde hacía meses para así meter presión internacional al Ejecutivo de Rajoy, aunque en sus declaraciones públicas hayan dicho que el «vodevil» de ETA ha sido prácticamente una «gesta histórica». Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por ABC creen que, desde el mero punto de vista táctico, los dirigentes de la banda se han equivocado, porque crearon muchas expectativas en la «izquierda abertzale» e incluso en la opinión pública en general, para después truncarlas. Así que un segundo gesto» de estas características acabaría por devaluar cualquier iniciativa que en un futuro lleve a cabo la organización criminal, salvo que se tratara de una entrega de armas en toda regla. Por ello, los expertos no descartan que en próximas fechas ETA distribuya en un vídeo imágenes con pistoleros introduciendo armas en varios «zulos» que después sellarían para volver a crear expectativas.