cataluña
La tensión soberanista debilita la acción exterior de España
Un informe del Real Insituto Elcano advierte de los riesgos y costes que tendría la independencia para la actual posición de España en el mundo
![La tensión soberanista debilita la acción exterior de España](https://s2.abcstatics.com/Media/201402/23/33172558--644x362.jpg)
La existencia de graves tensiones territoriales, sobre todo en Cataluña, puede ensombrecer la imagen de España en el mundo y debilitar a las instituciones que han de llevar a cabo la acción exterior. Así se desprende del Informe «Hacia una renovación estratégica de la política exterior española» realizado por el Real Instituto Elcano, al que ha tenido acceso ABC.
El texto, que será presentado hoy, lunes, en la Escuela Diplomática por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, junto con dos de sus antecesores en el cargo -Marcelino Oreja y Javier Solana- pretende servir como base para la elaboración por parte del Gobierno de las Estrategias de Política Exterior y de Acción Exterior de España.
En la preparación del informe han participado, junto a un grupo de especialistas extranjeros, cerca de 200 expertos españoles, entre los que hay investigadores, técnicos de las distintas administraciones públicas, incluidas las autonómicas, militares, empresarios, periodistas especializados y diputados y senadores de todos los partidos
El informe, que asegura tener voluntad de ser un texto por encima de las coyunturas políticas, subraya que tras lograr con éxito la plena inserción en Europa y el mundo, la acción exterior española ha carecido de referentes estratégicos claros, un problema agudizado durante la crisis debido a la reducción de recursos y a cierta desmoralización de los ciudadanos sobre el papel que puede jugar España en la globalización.
En el documento, cuya redacción ha sido coordinada por Ignacio Molina y que supera el centenar de páginas, se fijan detalladamente una serie de objetivos estratégicos, unas áreas de actuación y unos instrumentos de los que debería valerse la acción exterior española para ser más eficaz.
Uno de los asuntos más cercanos a la actualidad que se abordan se refiere a la dimensión catalana , que se muestra muy presente en distintos aspectos del informe, y que han sido analizados por nacionalistas de muy distintas sensibilidades.
Si bien el desafío soberanista no es mencionado de manera expresa, sí se cita la existencia de «graves tensiones territoriales, sobre todo en Cataluña» como una de las debilidades actuales de España, junto a «la corrupción y el malestar por la crispación bipartidista».
Y, en una alusión implícita a una posible independencia, se subraya «los grandes riesgos y costes» que conllevaría poner en peligro la buena conexión que hoy tiene España en el mundo global, donde ocupa el undécimo puesto en los índices de presencia internacional, entre otros indicadores.
No obstante, el informe aconseja que España deje de considerar su realidad compuesta como una dificultad y, por el contrario apueste por «asumir de manera más explícita la pluralidad territorial en la proyección internacional de España, una de las sociedades más multilingües y uno de los Estados ya más descentralizados de Europa, que sin embargo no incluye aún esa diversidad estructural como uno de los principales elementos de su política exterior”.
El documento define a España como una potencia media con presencia global «que ha de boxear conforme a su peso» y poniendo «más énfasis en jugar que en ser convocado al juego». Y recuerda que poner énfasis en la educación es importante, porque -dice- «se hace acción exterior estratégica, tanto, o más, en un centro de investigación o en una escuela que mejora el nivel de inglés de sus alumnos, que en una embajada».
Curiosamente, el texto, que ha querido huir de cuestiones controvertidas, no hace ninguna mención ni a la participación española en Irak, que lideró el Gobierno de José María Aznar , ni a la Alianza de Civilizaciones, que fue el proyecto estrella de José Luis Rodríguez Zapatero .
Propuestas para clásicos focos de interés
El texto pasa también revista a algunos puntos de interés tradicional de la política exterior de España, en algunos de los cuales hace aportaciones que pueden resultar novedosas.
América Latina. Apuesta por la utilización de este término, frente al utilizado más comúnmente hasta ahora de Iberoamérica, porque la mayoría de los latinoamericanos se llaman a sí mismos con esa fórmula y porque los organismos internacionales utilizan esa expresión. El término Iberoamérica quedaría para referirse ala comunidad iberoamericana, como suma de América Latina y la Península Ibérica.
Cuba. Recuerda que los españoles se sienten muy próximos sentimentalmente a ese país, del que dice que está experimentando un delicado proceso de transformación, que reclama que España le acompañe con una política específica.
Gibraltar. Ante la situación actual de bloqueo plantea ofrecer perspectivas de futuro al contencioso y a las poblaciones implicadas, sopesando nuevas posibilidades para normalizar la coope¬ración transfronteriza mediante un nuevo modus vivendi y formatos ad hoc que, además de a España y el Reino Unido, incluyan a Gibraltar y a administraciones autonómicas o locales españolas competentes, y, en su caso, a la Comisión Europea. Para la negociación de la soberanía con Londres, propone que se valoren varios modelos internacionales que faciliten la recuperación con una fórmula o estatuto imaginativo, que tenga en cuenta los intereses y aspiraciones de las poblaciones más directamente afectadas en Gibraltar y también en el Campo de Gibraltar
Sahara Occidental. Advierte de que la población del Sahara, además de la autóctona, incluye ahora otras tantas o más personas venidas desde Marruecos y de que los campos de refugiados de Tinduf ya no están poblados exclusivamente por saharauis pues a ellos se han sumado personas de otras regiones del Sahel atraídas por la coope¬ración internacional (buena parte de ella española) que allí se recibe. Y en el Sahel se está produ¬ciendo una proliferación de grupos yihadistas y bandas dedicadas al crimen organizado. En ese marco, señala que preocupa la posibilidad de un nuevo Estado poblado solo por unos centenares de miles de habitantes, no homogéneos y susceptibles de radicalización. Ante ello, propone que España adopte una posición más proactiva y, cuando las condiciones resulten favorables, plantee una solución de autogobierno genuino y garantizado que permita satisfacer los deseos de Marruecos y del Frente Polisario.
Magreb. Propone profundizar en las buenas relaciones con Marruecos e implicarse equilibradamente en el intento de mejorar las relaciones entre los Estados del Magreb. España, como puente de paso natural entre el Norte de África y Europa y como único país de la UE que tiene frontera terrestre con el mundo árabe, debe asumir un papel aún mayor de liderazgo en este ámbito y defender el reforzamiento de la vertiente meridional de la Política Europea de Vecindad.
Medio Oriente y África. Apuesta por dedicar menos energías a Oriente Medio y canalizar nuestro papel a través de la UE, dadas las complejidades de la región. Por el contrario, sugiere dedicar mayor atención a la zona en torno al Sahel desde el Golfo de Guinea hasta el Mar Rojo y el Cuerno de África y señala que las divergencias de intereses entre Estados miembros de la OTAN y la UE a propósito de los conflictos allí vigentes y latentes, obligan a España a buscar socios o coaligados que compartan sus mismos intereses. Aconseja dedicar más atención al África Subsahariana dado que están aumentando las relaciones económicas, y especialmente a países que son líderes regionales, como Nigeria y Sudáfrica o con los que España tiene un valor añadido, como Guinea Ecuatorial y Angola.
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