«Sin regeneración, hay un riesgo de italianización de la política»
Las Universidades Jesuitas promueven un manifiesto y un debate público sobre la crisis política e institucional

La federación de los centros universitarios jesuitas en España (UNIJES), hizo pública ayer la declaración «Por la regeneración democrática de la vida pública en España», en la que apela a una renovación de las conductas en nuestra política basada, por ejemplo, en el respeto a la separación de poderes, en una transparencia real de nuestras estructuras públicas, en la lucha contra la economía sumergida o en la reafirmación del modelo de Estado diseñado por la Constitución en 1978.
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Al acto, presidido por el rector de la Universidad Pontificia de Comillas , padre Julio Luis Martínez, S.J., acudieron relevantes personalidades de la política, la empresa y la educación españolas. Después de la presentación de una decena de propuestas para la regeneración de la vida pública, una mesa redonda analizó los principales males de nuestra política, entre ellos la corrupción. En la mesa participaron los exministros Josep Piqué y Javier Solana y el filósofo Daniel Innerarity. Moderó el debate el exdirector de ABC José Antonio Zarzalejos.
Casos Bárcenas y ERE
Durante su exposición, tanto Josep Piqué, actual presidente de la compañía Vueling, como Javier Solana, que ejerce como profesor en ESADE desde hace más de dos años, coincidieron en sus planteamientos frente a casos como el de Luis Bárcenas o los ERE de Andalucía: «sí» hacen falta más explicaciones y «sí» hacen falta más dimisiones por los dos casos. Solana señaló que «por cada político corrupto hay un corruptor no político». Y Piqué, por su parte, indicó que en el caso Bárcenas se mezclan mentiras y verdades, y recordó que la presunción de inocencia «forma parte de nuestra cultura jurídica y democrática».
Piqué, que fue ministro de Ciencia y Tecnología y de Asuntos Exteriores con José María Aznar, advirtió de la «perspectiva de italianización e ingobernabilidad de nuestra vida política» si no se produce un proceso de regeneración. Preguntado sobre la ley Wert, afirmó que la reforma es necesaria por la «mala» situación de la educación en España, pero luego apostilló que, por ser un proyecto a medio plazo, «el consenso es imprescidible». Por su parte, Solana, que fue ministro de Cultura, de Educación y Ciencia y de Asuntos Exteriores con Felipe González, defendió su gestión en las leyes de educación socialistas, que, remarcó, «extendieron la educación obligatoria hasta los 16 años».
Inquirido acerca del desafío soberanista de Artur Mas, Josep Piqué llegó a bromear: «A veces lo de ser catalán parece una maldición bíblica». A lo que Zarzalejos replicó: «Antes lo fue ser vasco». En probable alusión a Bárcenas, e incluso a Diego Torres, exsocio de Iñaki Urdangarín, Javier Solana metió el dedo en la llaga al indicar que algunos de los antiguos alumnos de universidades jesuitas han hecho «trampas» que han contribuido a llegar a esta situación.
Autocrítica
Precisamente la declaración de la UNIJES arranca entonando en cierto modo un «mea culpa»: «Queremos comenzar reconociendo que no siempre hemos estado a la altura de las circunstancias, aunque solo fuese por omisión o descuido, lo cual nos exige una revisión autocrítica compartida con todo el sector universitario».
El rector de Comillas, que alentó el debate regeneracionista de nuestra política, reivindicó además el bagaje de la Compañía de Jesús en la educación, señalando que con antiguos alumnos de sus centros podría formarse «una lista de personalidades de gran solvencia y honradez».
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