Los pagos de Pío García-Escudero figuran en la contabilidad oficial del PP
Las cuentas de Génova registran la legalidad del crédito de cinco millones, devuelto vía transferencia

Pío García-Escudero pide en septiembre de 2000 un préstamo de cuatro millones de pesetas, que se suma a otro de un millón en enero de 2002, a su partido, que los registra en su contabilidad; durante tres años los devuelve a plazos, a razón de un millón de pesetas (salvo la última remesa que ya la reintegra en euros) desde el BBVA, asientos que también quedan reflejados en los balances del PP. ABC ofrece hoy a sus lectores un documento que indica que los datos que Luis Bárcenas anotó sobre el dinero recibido por el presidente del Senado, lejos de ser acotaciones de una supuesta «caja B», estaban consignados en las cuentas de su partido y, por tanto, sujetos a las retenciones correspondientes y fiscalizados por el Tribunal de Cuentas.
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Pocas horas después de que el diario «El País» sacara a la luz los llamados «papeles secretos de Bárcenas» el propio presidente del Senado admitió en una entrevista a ABC (1 de febrero de 2013) que se trataba de anotaciones que, al menos aparentemente, se correspondían con un crédito, «absolutamente legal», que solicitó a su partido para reparar su vivienda madrileña, que sufrió un grave atentado de ETA . En efecto, los extractos bancarios del PP, a los que ha tenido acceso este periódico, detallan el minucioso reflejo que, en la contabilidad de Génova, se hace del préstamo solicitado por el entonces coordinador electoral, que devuelve igualmente a través de su cuenta personal en la entidad BBVA. Por tanto, dejando una huella legal y registral absolutamente incompatible con ninguna contabilidad opaca.
Transferencias bancarias
Los documentos manuscritos que se le atribuyen al extesorero dejaban constancia en uno de sus asientos que García-Escudero devolvió en diciembre de 2001 un millón de pesetas y sembraron la duda, al igual que otras de las notas que allí figuran, de si ese dinero era parte de un tejemaneje de sobresueldos o dinero negro que se repartía la cúpula del PP y que escapaba a los obligados controles tributarios. Los extractos oficiales de este partido no dejan lugar a dudas: a García-Escudero se le transfiere el 1 de enero de 2001 un crédito de cuatro millones de pesetas, que quedan inscritos en el debe de la contabilidad de la formación; una vez que el Consorcio de Seguros- tal y como él reveló a ABC hace dos días- compensa al presidente de la Cámara Alta por el atentado etarra, éste transfiere el 12 de febrero de 2001 su primera amortización de la deuda contraída, que asciende a un millón de pesetas; ese mismo año repite la operación en noviembre y diciembre (que duplica la cantidad) hasta reintegrar los cuatro millones de pesetas adeudados. No es hasta el año siguiente, 2002, cuando en enero García-Escudero solicita otro millón, esta vez formulado en euros (6.010,12) que devuelve a finales de ese ejercicio, según queda acreditado en una acotación: «Dev. Pmo. Pío García-Escudero».
Contabilidad «apócrifa»
A Escudero, cuarta magistratura del Estado, se han unido otros compañeros de partido como Jaime Ignacio del Burgo, que también ha confirmado como cierto el apunte que Bárcenas le atribuía en sus cuentas «apócrifas» como las denominó ayer Mariano Rajoy . No obstante, es la primera vez qeu un documento acredita que no hubo tal contabilidada B, al menos en loq eu se refiere a los pagos que reconoció recibir y devolver García-Escudero con origen y destino en Génova 13.
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