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Asturiano de pro: «Era grande, pero sin ser 'grandón'»

El Isidoro Álvarez más personal, que en 2008 recibió la Medalla de Oro de Asturias, reivindicaba su tierra con nostalgia

Asturiano de pro: «Era grande, pero sin ser 'grandón'» jesús díaz

lucía dorronsoro

Hay vocablos imposibles de traducir al castellano. Al menos con una sola palabra. Localismos propios de una región que cualquier paisano entiende y utiliza sin miedo a provocar un equívoco. El «grandonismo» asturiano es uno de ellos. «Se refiere al clásico chuleta, al que siempre está dispuesto a pagar la siguiente ronda aunque no tenga un euro», explica otro ilustre asturiano de pro como Rafael Puyol, exrector de la Universidad Complutense de Madrid. «Pues Isidoro Álvarez -retrata- era justo lo contrario: un asturiano grande, pero sin ser “grandón”».

Ambos compartieron cena en repetidas ocasiones en la Asociación Asturias Patria Querida (APQ) de Madrid, una especie de «think tank» con denominación de origen que, desde hace más de 25 años, reúne a un nostálgico grupo de empresarios, financieros y académicos de origen asturiano, en su mayoría asentados en la capital.

«Prudente, muy discreto , tan inteligente como modesto», el fallecido empresario acudía a esos encuentros -en los que se charlaba a puerta cerrada con algún invitado- siempre que su agenda se lo permitía. «Pero a él le gustaba mucho más escuchar que hablar. No recuerdo que interviniera en ninguna de esas cenas, nunca se hacía notar», señala Puyol, quien compara esa actitud personal con la que Isidoro Álvarez mantuvo durante toda su vida empresarial .

Eso sí, asturiano era como el que más. «Pensaba y decía lo que pensamos y decimos todos los asturianos estemos donde estemos, que añoramos todo lo nuestro, el paisaje, la gente, la gastronomía...», resume con cariño Isabel Morán, otra paisana -de Gijón- y directiva de IESE Business School. «Tuve la suerte de conocer su lado más humano . Hemos coincidido en varias veladas en nuestra tierra, entre amigos, y siempre me sorprendió lo llano que era, incluso en su forma de hablar», puntualiza.

En 2008 recibió la Medalla de Oro de Asturias. Y pudo dar rienda suelta a estos sentimientos en un emotivo discurso: «Soy hijo de Asturias. En Borondes he nacido. En Borondes y Pereda, del concejo de Grado, han nacido mis padres. En escuelas y colegios de Asturias he recibido la primera formación. Mis recuerdos de juventud son recuerdos de Asturias; de nostalgia de sus ríos; de la magia de las noches de niebla, del verde de los valles, del vértigo de la montaña». Tanto, que «hasta le encantaba la lluvia», concluye Morán.

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