Draghi confirma el riesgo de una burbuja de deuda
El Banco Central Europeo (BCE) insta a los gobiernos de la zona euro a mantener las medidas y reformas encaminadas a garantizar la sostenibilidad de la deuda pública

Mario Draghi insinuó tras la última reunión del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) que previsiblemente en junio desplegaría, con el fin de apuntalar la recuperación y evitar la deflación, una política monetaria más flexible . Este miércoles, a solo una semana de que adopte una decisión al respecto, el supervisor ha advertido de la posibilidad de que se esté formando una burbuja de deuda tanto coporativa como soberana debido a que los inversores, ante la escasa remunaración que están ofreciendo esos títulos, asuman riesgos excesivos al tratar de arañar algo más de rentabilidad, riesgo del que ya informó ABC el pasado domingo .
Ese apetito inversores ha reducido el coste de financiación tanto de los bancos como de los Estados de la zona euro, según explica el BCE en su último informe de estabilidad financiera, correspondiente al pasado mes de mayo y publicado hoy , y en el que también advierte de la débil rentabilidad de los bancos y un rebrote de las dudas en torno a la sostenibilidad de la deuda pública. El organismo presidido por el banquero italiano recuerda cómo el tipo de interés de muchos bonos ha caído a niveles previos al estallido de la crisis de deuda soberana. Es el caso de España, cuyo bono a diez años cotiza por debajo del 3%.
Eso, explica el supervisor, lleva a los inversores a buscar en el mercado activos que ofrezcan algo más de rentabilidad. «Pero a medida que esa búsqueda de la rentabilidad aumenta, se incrementa también el riesgo de un posible reajuste de las primas de riesgo y de un impacto en los mercados financieros globales», avisa el banco central en su documento, señalando que los inversores podrían estar comprando deuda de países y bancos sin fijarse en la calidad o solvencia de esos bonos.
Estas palabras podrían enfriar las actuales expectativas del mercado respecto a un giro en la política monetaria del BCE. Los inversores llevan semanas dando por descontado que el próximo 5 de junio Fráncfort la hará más laxa, rebajando los tipos de interés o incluso inyectando más dinero al sistema. El supervisor comunitario, pese que no ha variado su mensaje de que actuará cuando sea necesario, avisa también a los Gobiernos de que la mejora de la confianza en la deuda soberana de la Eurozona no debe llevarles a la autocomplacencia, y les insta a mantener las medidas y reformas necesarias para garantizar la sostenibilidad de la deuda pública.
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